Objetivo 7: Energía asequible y no contaminante

Entre 1990 y 2010, la cantidad de personas con acceso a energía eléctrica aumentó en 1.700 millones. Sin embargo, a la par con el crecimiento de la población mundial, también lo hará la demanda de energía accesible. La economía global dependiente de los combustibles fósiles y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero están generando cambios drásticos en nuestro sistema climático, y estas consecuencias han tenido un impacto en cada continente.

Para garantizar el acceso universal a electricidad asequible para 2030, es necesario invertir en fuentes de energía limpia, como la solar, eólica y termal. La adopción de estándares eficaces en función del costo en una variedad de tecnologías también podría reducir en 14 por ciento el consumo mundial de electricidad en los edificios. Esto equivale a la energía generada por unas 1.300 centrales medianas cuya construcción se podría evitar.

Expandir la infraestructura y mejorar la tecnología para contar con energía limpia en todos los países en desarrollo, es un objetivo crucial que puede estimular el crecimiento y a la vez ayudar al medio ambiente.

¿Cómo aporta la energía nuclear al logro de este objetivo?

Desde la década de los años 50, la humanidad ha venido utilizando la energía nuclear para la generación de energía eléctrica.

Esta energía no produce gases de efecto invernadero, por lo cual evita la emisión de millones de toneladas de CO2 al medioambiente, a nivel global.

Por eso, es considerada hoy en día una alternativa viable para la obtención de energía sin contribuir al calentamiento global.