La generación de energía es un pilar del desarrollo económico y social, por lo tanto, su rol es clave para lograr un desarrollo sustentable.

Todas las fuentes de generación de energía producen impactos tanto positivos como negativos en el medio ambiente, por lo tanto, su adecuada gestión es crucial en un escenario de creciente consumo energético a nivel mundial.

La energía nuclear, durante el proceso normal de producción de electricidad, tiene un bajo impacto ambiental, principalmente asociado a la generación de residuos radiactivos. Estos se originan en todas las etapas del ciclo de vida del combustible nuclear y son controlados y manejados bajo altos estándares de seguridad, con el fin de reducir los posibles efectos de la radioactividad.

Uno de los efectos positivos más importantes para el medioambiente es su baja contribución de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), ya que no emite CO2 durante su operación, las cuales son comparables a fuentes energéticas renovables como la energía solar o eólica. Esta ventaja permite que sea una estrategia viable para enfrentar el cambio climático.

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