Equipos de Género y de Control de Gestión a nivel ministerial se alinean para fortalecer la “Equidad de Género”

Con el objetivo de iniciar en forma articulada el trabajo correspondiente al indicador de “Género” del Programa de Mejoramiento de la Gestión (PMG) 2022 y perfilar las metas sectoriales 2023-2026 en esa dimensión, se reunieron los equipos de Planificación y Control de Gestión junto con el de Género del Ministerio de Energía y sus servicios relacionados, esto es Subsecretaría de Energía, Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC), Comisión Nacional de Energía (CNE) y la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN).

Al inicio de la jornada, Marcela Zulantay, Jefatura de la Oficina de Planificación y Control de Gestión y Coordinadora de la Iniciativa “Energia +Mujer” del Ministerio de Energia, señaló que “tenemos un gran desafío al alero del Programa de Gobierno, el cual es sumar todos los talentos, en igualdad de condiciones, al camino de la Transición Energética”. Agregó que “los equipos de planificación y género son centrales en impulsar hojas de ruta conducentes, que permitan abrir más espacios de inclusión y diversidad en el sector energético”.

Una de las metas PMG del Ministerio para este año consiste en la elaboración de la Agenda 2022-2026, que actuará como carta de navegación en estos cuatro años de gobierno, con acciones que apuntan a la transición energética justa, la vulnerabilidad y pobreza energética, la descentralización y democratización y la seguridad y resiliencia, además de los ejes transversales que son modernización y enfoque de género. Este último configuró el tema central de la reunión sostenida en dependencias del Centro de Estudios Nucleares La Reina de la CCHEN.

Jornada de trabajo

La jornada partió con un saludo de bienvenida del Director Ejecutivo (S) de la CCHEN, Luis Huerta Torchio, quien recalcó que “la CCHEN está comprometida con avanzar en mayores oportunidades para las mujeres en nuestro ámbito de actividades. Los dominios científico y tecnológico han sido esquivos en el acceso para las mujeres y, sumado a ello, tenemos una pirámide cuya cima es aún menos favorable a las mujeres que la base. Y, si hay pocas mujeres en posiciones de liderazgo, ello influye en disminuir las expectativas de las más jóvenes. Hay que incorporar mecanismos audaces, especialmente pensando en las próximas generaciones. Un encuentro como el que hemos tenido estos días brinda la oportunidad de generar nuevas ideas para un futuro equilibrado en equidad de género, y aunar capacidades y estilos de unas y otros”.

Por su parte, el jefe de la Oficina de Planificación y Control de Gestión de la CCHEN, Felipe Muñoz Nieto, realizó una presentación donde dio cuenta del quehacer de la Comisión, donde enfatizó que “el servicio tiene un enorme compromiso en esta materia y que el equipo de Planificación y Control de Gestión apoyará el trabajo, tanto desde el punto de vista del monitoreo de indicadores como de la formulación de planes”.

Agenda de Género CCHEN

Luego expuso la Dupla de Género de la CCHEN, compuesta por Marcela Ojeda Jaramillo y Luis Manríquez López, quienes se refirieron a las acciones realizadas entre 2020 y 2022 en la Institución para sensibilizar en temas de género, y a los programas de trabajo que se proyectan para el año 2023 para la incorporación de la perspectiva de género en materias como planificación estratégica; política y/o procedimientos de gestión de personas; capacitación; comunicación; bienes o servicios; políticas y/o programas públicos; legislación y/o normativas; y estudios, datos y estadísticas con desagregación de sexo.

Como CCHEN hemos sido previsores de los nuevos desafíos y se está realizando un levantamiento de información que tiene relación con género desde nuestro quehacer e impacto en la sociedad “. (Dupla de Género)

Por su parte, Marcela Zulantay, entregó algunos antecedentes e hizo hincapié en los compromisos y expectativas del Programa de Gobierno en relación a Equidad de Género, y se refirió a los avances y proyecciones de la hoja de ruta del Plan Energía más Mujer del Ministerio de Energía y, en ese marco, a los compromisos vinculados al PMG de Género para este año y para el corto plazo.

La ingeniera destacó la creación de la Unidad de Género y Derechos Humanos del Ministerio de Energía, con la que el gobierno del Presidente Gabriel Boric, a través del Ministro Claudio Huepe, busca profundizar el trabajo que la cartera realiza desde fines de 2016 por la inclusión de las mujeres en el sector. De hecho, este tema ya es parte de la Política Energética Nacional, donde se contemplan metas de género sustantivas, como la igualdad salarial y de cargos en niveles directivos al año 2040.

Tras el encuentro hizo extensivo un agradecimiento a quienes actuaron como anfitriones y a los y las participantes “por una muy buena jornada sectorial, impregnada de un ánimo constructivo y reflexivo”, y además reforzó el compromiso del Ministerio y de sus servicios relacionados por dar continuidad a estas reuniones de carácter bilateral, descentralizando la gestión, en materia de género.

Comité Técnico Ejecutivo del FORO se reunió en Chile para revisar avances de su programa y plan de acción

En Santiago de Chile, del 4 al 8 de abril de 2022, se desarrolló la segunda reunión del Comité Técnico Ejecutivo del Foro Iberoamericano de Organismos Reguladores Radiológicos y Nucleares (FORO), en formato híbrido.

El FORO es una asociación creada en 1997 para promover la seguridad radiológica, nuclear y física en Iberoamérica. Para ello, promueve el intercambio de experiencias, la realización de actividades conjuntas que apunten a problemas comunes en la región y el desarrollo de un programa técnico de trabajo, alineado con el Organismo Internacional de Energía Atónica (OIEA). Hoy es integrado por organismos reguladores radiológicos y nucleares de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, México, Paraguay, Perú y Uruguay.

El encuentro partió con unas palabras de bienvenida del Director Ejecutivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), Jaime Salas Kurte, quien aprovechó para ofrecer un cordial saludo: “Espero que esta sea una reunión de mucho provecho para los propósitos del FORO y que puedan llevar a buen puerto la agenda que se han propuesto para estas jornadas, en las que va a ser clave el trabajo colaborativo que han manifestado y demostrado sus integrantes, siempre con un alto compromiso a trabajar por fortalecer la seguridad nuclear y radiológica, a nivel de Iberoamérica”.

El programa de trabajo incluyó la revisión del Plan de Acción 2021-2023, que considera los retos estratégicos del FORO, asuntos presupuestarios y de gestión, además de aspectos de vinculación con organismos, como el OIEA, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), la Asociación Internacional de Protección Radiológica (IRPA) y la Asociación Europea de Autoridades Competentes en Protección Radiológica (HERCA, por sus siglas en inglés), entre otras.

Proyectos de seguridad nuclear y radiológica

Buena parte de la agenda se destinó a revisar los proyectos finalizados, destacando el de análisis de la seguridad de tratamientos de radioterapia; el método de matrices de riesgo y su aplicación; el software SEVRRA de FORO para evaluar riesgos de los servicios de radioterapia y estandarizar actividades regulatorias; protección del paciente; gestión de vida y evaluación de resistencia de las centrales nucleares; control de fuentes radiactivas; licenciamiento de ciclotrones; emergencias; cultura de seguridad; criterios de dispensa en instalaciones radiactivas; y capital humano.

También se analizó el avance y resultados preliminares de proyectos en ejecución, que incluyen la aplicación de un piloto para evaluar la cultura de seguridad (Guía FORO) a una empresa de gammagrafía industrial; la aplicación de la metodología de matrices y SEVRRA en radioterapia; estandarización de inspecciones y envejecimiento de reactores de investigación; prácticas reguladoras en el licenciamiento de operadores de reactores; criterios para licenciamiento y requisitos de inspección de radiofarmacias centralizadas; bultos para transporte de material radiactivo; operación segura de las centrales nucleares en pandemia; y seguridad física nuclear en el transporte de material radiactivo.

Finalmente, se revisaron dos potenciales proyectos sobre control de la exposición por radiación natural, y dosimetría y efectos de personal ocupacionalmente expuesto, público y paciente.

Esta es la primera reunión presencial del Comité Técnico Ejecutivo del FORO, tras el inicio de la pandemia, por lo tanto, constituye un hito crucial para el logro de los objetivos y retos del FORO, debido al alcance de las actividades que pudimos revisar y consensuar”, señaló Lorena Mariangel Quiroz, representante de Chile ante el Comité, y jefa de la Sección Fiscalización y Evaluación de Instalaciones Médicas de la División de Seguridad Nuclear y Radiológica de la CCHEN.

Asistentes

En forma presencial, asistieron a la reunión Leticia Pica, de la Autoridad Reguladora Nacional en Radioprotección (Uruguay); Alessandro Facure Soare, de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (Brasil); Julio César Romani, del Instituto Peruano de Energía Nuclear (Perú); y Lorena Mariángel, de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (Chile); liderados por Alfredo de los Reyes, a cargo de Relaciones Internacionales del Consejo de Seguridad Nuclear (España) y presidente del Comité Técnico Ejecutivo de FORO. También acompañaron Gustavo Caruso, en representación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y Marina Yannibelli, de la Secretaría del FORO.

En forma virtual, participaron Sonia Morena, de la Secretaría del FORO; Marcela Ermacora, de la Autoridad Reguladora Nuclear (Argentina); John Fitzgerald Lozano, del Ministerio de Minas y Energía (Colombia); Maidelys Rodriguez, de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (Cuba), y dos nuevos integrantes: Ildefonso Riquelme, de la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear (Paraguay) y Carlos González, de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (México).

Amplia cooperación internacional fortalece marco legal para la seguridad física nuclear

“Un hito significativo para la seguridad nuclear”, así se refirió el Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, en relación a la Conferencia de la Convención Enmendada sobre la Protección Física de los Materiales (ACPPNM, por sus siglas en inglés), realizada entre el 28 de marzo y 1 de abril de 2022, en Austria. Este evento vino a marcar un hito clave en el desarrollo del marco jurídico internacional para la seguridad física nuclear.

El encuentro contó con la participación de 130 países, junto a organismos intergubernamentales, no gubernamentales e Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal), todos quienes han tenido un rol en cuanto a representatividad y colaboración en el cumplimiento global de la Convención Enmendada.

La Convención sobre la Protección Física de los Materiales entró en vigor el 8 de febrero de 1987. Luego, el 8 de julio de 2005 las Partes en la Convención aprobaron, por consenso, una enmienda que entró en vigencia el 8 de mayo de 2016. Nuestro país adhirió a la Enmienda en 2009, tras lo cual promulgó un Decreto Supremo en el año 2016.

En representación de Chile asistieron a la Conferencia la Embajadora de Chile en Austria, Belén Sapag; el Consejero de la Misión de Chile en Viena, Rodrigo Ruiz; y Fernando Vega, de la División de Seguridad Nuclear y Radiológica de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), quien actúa como punto focal de la Convención.

Fue una instancia para compartir las experiencias de los países presentes, junto con analizar y evaluar la aplicación y las dificultades que se han presentado hasta ahora, todo esto para mejorar su aplicación en el país y así dar cumplimiento a las indicaciones contenidas de esta Convención Enmendada”, comentó Fernando Vega.

La Convención y su Enmienda proporcionan un marco sólido para proteger las instalaciones nucleares y el material nuclear durante su uso, almacenamiento y transporte. Implica la armonización de enfoques para combatir actos delictivos que involucran este tipo de instalaciones y materiales, y es la base para la cooperación internacional en lo que respecta a localización y recuperación de material nuclear robado o de contrabando, así como en caso de sabotaje.

Los desafíos de la Convención

El principal desafío de la Convención Enmendada sobre la Protección Física de los Materiales tiene relación con el continuo fortalecimiento de la arquitectura de la seguridad física nuclear del país, lo que, además, implica un trabajo coordinado con las organizaciones que tienen responsabilidades en esta área.

Por otra parte, durante esta última Conferencia se hizo un enérgico llamado para que los Estados que aún no han adherido a esta iniciativa, lo hagan, en pos de continuar ampliando la cooperación internacional para el fortalecimiento del marco legal para la seguridad física nuclear.

El rol regulador de la CCHEN

Actualmente, nuestro país cuenta con un marco regulatorio y normativo para dar cumplimiento a la Convención Enmendada. Dicho marco considera, entre otros, la Ley N° 16319 que crea la Comisión Chilena de Energía Nuclear y la Ley de Seguridad Nuclear N° 18.302.

Lo anterior constituye, a su vez, el marco bajo el cual la Comisión Chilena de Energía Nuclear cumple, entre otras funciones, la de regulación. En términos generales, su objetivo es velar por el cumplimiento de la normativa legal vigente que aplica a instalaciones nucleares y radiactivas, para evitar el sabotaje y retiro no autorizado de materiales nucleares y así prevenir los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes sobre las personas y el medioambiente.

Fernando Vega, de la División de Seguridad Nuclear y Radiológica de la CCHEN, junto al Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi.

 

Durante la Conferencia, (izq. a der.: Rodrigo Ruiz, Consejero de la Embajada de Chile en Viena; Belén Sapag, Embajadora de Chile en Viena; y Fernando Vega, de la CCHEN.

La apuesta de la UBO y la CCHEN por trabajar juntas en extracción de elementos críticos y nuevos materiales

Hace unos días, investigadores e investigadoras de la Universidad Bernardo O´Higgins (UBO) visitaron el Centro de Estudios Nucleares Lo Aguirre de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), en el marco de un plan de trabajo conjunto, que tiene como objetivo fortalecer el ecosistema de I+D en lo que respecta a materiales y sostenibilidad energética.

Ese plan de trabajo forma parte de un convenio firmado por ambas instituciones, y es el contexto bajo el cual se gesta la visita realizada por el equipo del Centro Integrativo de Biología y Química Aplicada al Centro de Estudios Nucleares Lo Aguirre, donde se reunieron con integrantes del Centro de Materiales para la Transición y Sostenibilidad Energética (METS), quienes realizaron una presentación general de las actividades desarrolladas en la CCHEN, en la División de Investigación y Aplicaciones Nucleares, y sobre los proyectos que lleva a cabo este centro de investigación.

Aprovechando la oportunidad, las visitas recorrieron la Planta Piloto, los laboratorios de Caracterización Química y los laboratorios de Nuevos Materiales, para interiorizarse respecto de las capacidades de pilotaje, análisis e investigación con que cuenta este Centro de la CCHEN.

“En enero de este año fuimos invitados a la UBO, donde conocimos sus capacidades e instalaciones. Ahora, con esta segunda reunión, hemos podido afianzar la colaboración e interés mutuo en proyectos más concretos relacionados a procesos de extracción de elementos críticos y al desarrollo de nuevos materiales. Esperamos que esta iniciativa de colaboración se fortalezca y perdure para sacar el máximo provecho”, señaló el Dr. Julio Urzúa Piña, director del Centro de Materiales para la Transición y Sostenibilidad Energética de la CCHEN. Sobre los elementos y los nuevos materiales que serán objeto de estudio, el Dr. Urzúa puntualizó que, a medida que las conversaciones vayan avanzando, se determinarán cuáles serán.

Convenio colaborativo

Este convenio, firmado a principios de 2022, tiene como objetivo aprovechar distintas oportunidades, en forma conjunta, ya sea en la postulación de proyectos científicos a fondos concursables a nivel nacional, como en iniciativas propias de ambas instituciones en las que puedan colaborar.

Asimismo, esta instancia será propicia para promover espacios de cooperación, que incluirán intercambios estudiantiles, prácticas profesionales, perfeccionamiento, cooperación técnica y charlas, entre otros. Tiene una vigencia de cinco años, renovables en forma automática.

Para nosotros es muy importante generar este tipo de instancias de acercamiento con investigadores e investigadoras de otras instituciones. Nos permite, por un lado, visibilizar lo que hacemos en la CCHEN y ponernos en el radar y, por otro lado, delinear en conjunto posibles áreas de colaboración, o incluso proyectos y temáticas nuevas que, de forma individual y aislada, no hubiera sido posible visualizar. Sin duda, la investigación se potencia cuando se aborda de una forma abierta, colaborativa y conectada con el mundo, y eso es lo que queremos apoyar desde la Oficina de Vinculación en I+D“, señaló Bárbara Nagel Araya, jefa de la Oficina de Vinculación en I+D de la CCHEN.

Promueven uso de técnicas nucleares e isotópicas para mejorar genéticamente plantas nativas y agrícolas

Altas temperaturas, alteraciones en la distribución de precipitaciones y proliferación de plagas y enfermedades son algunas de las consecuencias del cambio climático. Para contribuir a su mitigación, es clave el desarrollo de programas de propagación y fitomejoramiento que apoyen la conservación y el mejoramiento de especies vegetales de alto valor ecológico y agrícola, que permitan aprovechar de manera sustentable los recursos fitogenéticos.

Los programas de mejoramiento que hoy se desarrollan en Chile se basan en técnicas convencionales y biotecnológicas. Si bien, ambas son ampliamente utilizadas, no son las únicas: hablemos del uso de agentes mutagénicos, que implica la exposición de material vegetal a radiaciones ionizantes para inducir cambios hereditarios a nivel de ADN y dar paso a una nueva variedad.

Sobre sus beneficios, la mutación radioinducida es una metodología que, ya sea utilizada como estrategia única o complementaria a estrategias convencionales, permite generar variabilidad genética previamente inexistente y disminuir en forma ostensible los tiempos involucrados en desarrollar nuevas variedades (a diferencia de la técnica convencional que requiere de 12 a 15 años para obtener resultados concretos, un programa de mejoramiento basado en uso de radiación ionizante puede tomar entre 8 a 10 años en alcanzar sus objetivos).

Para promover su uso, se inició un nuevo proyecto nacional, denominado “Uso de técnicas de irradiación e isotópicas para mejorar la genética de plantas nativas y agrícolas” (CHI5054), que se extenderá por dos años, con la participación de investigadores e investigadoras de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y el Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF), para contribuir a la adopción de materiales vegetales con mejor adaptación a las condiciones ambientales que imperarán en el país producto del cambio climático.

En representación de la CCHEN, participan los investigadores del Centro de Tecnologías Nucleares en Ecosistemas Vulnerables, M.Sc. Doris Ly el Dr. Daniel Villegas, quien comenta que “el proyecto permitirá fortalecer las capacidades y el equipamiento a nivel país, con miras a crear una red de colaboración intrainstitucional, cuyo objetivo sea asesorar y apoyar a todo interesado en la adopción de técnicas nucleares en sus propios programas de mejoramiento. Además, nos permitirá contar con la visita de expertos internacionales que realizarán charlas y cursos de capacitación para acercar las técnicas nucleares a investigadores y al público general, de modo de disminuir temores y aprensiones en torno a su uso”.

Lo anterior cobra especial importancia, en medio de un escenario que el Dr. Villegas describe como preocupante, puesto que “debido a sus características geográficas, Chile es considerado un país altamente vulnerable frente al fenómeno del Cambio Climático. En esa línea, se espera un aumento de las temperaturas de norte a sur y una disminución de las precipitaciones desde Copiapó a Aysén, justamente donde se concentra la actividad agrícola”.

Plan de trabajo

El proyecto, que cuenta con apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), considera además de la implementación de capacidades analíticas (fisiológicas, bioquímicas y moleculares), apoyo para efectuar misiones de expertos, programas de capacitación y entrenamiento, ensayos de caracterización y radiosensibilidad, y evaluación del material vegetal irradiado a través de diversas técnicas.

En este marco, se efectuarán dos estudios piloto para evaluar el uso de técnicas nucleares en los programas de propagación y fitomejoramiento de plantas. Por una parte, se aplicará radiación ionizante para generar nuevos genotipos de alto valor ornamental a partir de especies nativas de zonas áridas y semiáridas, que permitirían el desarrollo de cultivos mejor adaptados a la escasez de agua. Se utilizará Nolana intonsa, especie herbácea perenne, originaria de las zonas áridas de Chile.

Por otra parte, se empleará la radiación ionizante como agente mutagénico para inducir la variabilidad genética aplicada a las especies de cucurbitáceas. En concreto, se irradiará una variedad de calabaza (Lagenaria sp.) usada como porta-injerto de sandía en la búsqueda de generar mayor tolerancia a la sequía y así propender a una producción más sostenible.

En el marco de este proyecto, se realizará también una evaluación e identificación de brechas, junto con el diseño de estrategias para solucionarlas. Se busca proponer una hoja de ruta de largo plazo que permita asegurar el adecuado uso de técnicas nucleares en programas de mejoramiento vegetal a nivel país.

Los beneficiarios y usuarios finales son, en una primera etapa, el personal y los investigadores de la CCHEN, CEAF y la PUCV. En la segunda etapa, los resultados serán transferidos a investigadores y mejoradores de instituciones públicas y privadas, incluyendo universidades, centros de investigación, viveros y empresas agrícolas, para incentivar el uso de tecnologías nucleares como parte de las metodologías de mejoramiento genético de varios cultivos.