Proyecto de ARCAL apunta al mejoramiento genético de los cultivos agrícolas para enfrentar el cambio climático

Recientemente se desarrolló en Panamá una reunión de coordinación del proyecto de ARCAL denominado “Aumento del rendimiento y del potencial comercial de los cultivos de importancia económica”, que partió en 2016, con el apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

El proyecto, cuya finalización se prevé en diciembre de 2019, apunta a la obtención de variedades y líneas avanzadas para la mejora del rendimiento y la calidad de cultivos de importancia económica adecuados al cambio climático. Así, cada país participante trabaja con uno o varios cultivos que, para el caso de Chile, se trata del tomate con tolerancia a sequía.

Cabe mencionar que la iniciativa es liderada por Paraguay, y cuenta con la participación de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú.

Por su parte, al evento asistió el Oficial de Producción y Protección Vegetal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jorge Samaniego, quien presentó las iniciativas del Organismo y expuso sobre cómo explorar posibles sinergias. En tanto, representando a Chile, participó Óscar Durán, de la División de Investigación y Aplicaciones Nucleares de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN).

Programa de trabajo

En la reunión se presentaron los resultados obtenidos a la fecha, destacando la obtención de líneas avanzadas mutantes y su consiguiente proceso de registro, como asimismo, la selección de líneas promisorias de arroz, frijol, trigo y tomate que permitirán la obtención de nuevas variedades tolerantes a sequía, temperaturas extremas, salinidad y resistentes a enfermedades y herbicidas para enfrentar los efectos del cambio climático.

Adicionalmente, se discutió y elaboró el plan de actividades para el periodo 2018-2019, que incluye un entrenamiento en biología molecular y bioinformática para el mejoramiento genético de cultivos agrícolas obtenidos por inducción de mutaciones, además de una capacitación en metodologías de selección participativa en cultivos de importancia agrícola para la región y capacitación en análisis de expresión de genes mediante tecnología RNA-Seq (RNA-Sequencing, por su sigla en inglés).