Investigadores buscan crear nuevas variedades de cultivos agrícolas más resistentes

Entre el 02 y 06 de marzo, en Quito, Ecuador, se realizó la reunión final del proyecto “Aumento del rendimiento y potencial comercial de cultivos de importancia económica” (RLA5068), desarrollado entre 2016 y 2019, en el marco del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina (ARCAL), que promueve el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Esta iniciativa fue perfilada para generar, mediante inducción de mutación, nuevas variedades de cultivos agrícolas que se adapten al cambio climático. Esto, fundamentado en el hecho de que Chile, al igual que el resto de la región, tiene el desafío de desarrollar estrategias para prepararse ante cambios en temperaturas, precipitaciones, etc.

A modo de ejemplo, mediante la inducción de mutación, se han obtenido líneas avanzadas de Chenopodium quinoa (quinoa), Chenopodium berlandieri (huauzontle), y Amaranthus hypochondriacus (amaranto o alegría) en Bolivia, Perú y México. En tanto, Colombia ha desarrollado líneas de Solanum phureja (papa criolla) y Oryza sativa Indica (arroz). Estas, y otras variedades, implican un beneficio económico significativo, en términos de ingresos adicionales anuales para los agricultores.

Bajo ese contexto, el Departamento de Tecnologías Nucleares de la CCHEN participó en el proyecto, permitiéndole a sus investigadores conocer y capacitarse en el uso de las radiaciones ionizantes (radiación gamma) como agente mutagénico, así como en técnicas analíticas para la identificación, evaluación y seguimiento del material vegetal irradiado.

“A su término, nuestro desafío es implementar esta técnica en tomates, en primera instancia, y difundir los alcances y beneficios de la mutación radio inducida entre los diversos actores a nivel nacional, para generar alianzas que nos permitan, como país, entregar soluciones a áreas clave, como la seguridad alimentaria y el cambio climático”, comentó Daniel Villegas, investigador de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), a cargo del proyecto.

Además de participar en la reunión de cierre, Villegas asistió al II Simposio Latinoamericano de Aplicaciones Nucleares en la Agricultura, donde 17 expositores de la región presentaron los avances más importantes en fitomejoramiento, irradiación de alimentos, seguridad alimentaria, sanidad vegetal, uso de isótopos, adaptación al cambio climático, mejora genética, control de plagas en cultivos de importancia económica.

Cabe mencionar que la necesidad de aumentar la producción de alimentos en la región, a través de la mejora genética de los cultivos de importancia económica y especies nativas, se refleja en el Perfil Estratégico Regional para América Latina y el Caribe 2016-2021, que impulsa el OIEA. Este incluye entre sus prioridades el apoyo a proyectos que buscan aumentar el rendimiento de cultivos nativos.