Finalizan obras del nuevo Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Tejidos Biológicos

En dependencias del Centro de Estudios Nucleares La Reina de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) habita el nuevo Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Tejidos Biológicos, cuya responsabilidad queda en manos de la Comisión y del Banco Nacional de Tejidos del Ministerio de Salud, como parte de una colaboración que se extiende desde hace ya 10 años, para disponer en el país de tejidos bioseguros para uso clínico.

La finalización de las obras marca un hito trascendental en el campo de la salud en Chile, puesto que permitirá no sólo poner en funcionamiento un nuevo espacio dedicado al procesamiento de tejidos, sino que, además, permitirá ampliar las capacidades hacia la investigación y el desarrollo.

“Tras convencer a tomadores de decisión en el Parlamento de la importancia de construir este nuevo laboratorio, donde la participación de la CCHEN es absolutamente pertinente, hoy contamos con un laboratorio de clase mundial, que beneficiará a muchas personas en Chile, gracias a una iniciativa que surge de la estrecha colaboración con el Banco Nacional de Tejidos, con quienes esperamos continuar trabajando para generar nuevos conocimientos, desarrollar nuevas tecnologías y aportar con innovadoras estrategias que contribuyan a resolver problemas de salud de nuestra población”, señaló el Director Ejecutivo de la CCHEN, Dr. Luis Huerta .

Sobre esta colaboración virtuosa, el Director del Banco Nacional de Tejidos, Dr. Sergio Reyes, comentó que “Estamos terminando una primera fase, que es la infraestructura de una sala blanca, que garantiza que todos los procesos se llevarán a cabo bajo estrictas condiciones de seguridad acorde a estándares internacionales, para dar respuesta a una gran demanda, que proviene de miles de pacientes de nuestro país que requieren tejidos, y para asegurar la esterilidad de esos tejidos recurrimos a la irradiación por rayos gamma, un tratamiento que en Chile sólo realiza la CCHEN.

 

Irradiación de tejidos

Existen diversas condiciones médicas que pueden tratarse con tejidos: quemaduras profundas, heridas crónicas, reconstrucción quirúrgica por trauma o tratamiento oncológico, defectos óseos congénitos, lesiones corneales, relleno óseo para implante dental, son sólo algunas de las aplicaciones y tratamientos que en Chile hoy utilizan tejidos biológicos. Para que una persona reciba un trasplante de tejido óseo, amnios o piel, antes deben sucederse una serie de pasos para resguardar la calidad y seguridad del implante. Cuando el tejido se extrae del o la donante, se acondiciona en contenedores con una solución preservante estéril. Así, se mantiene en una cadena de frío hasta su traslado, desde el centro procurador hacia el Banco Nacional de Tejidos en Santiago, donde se realiza un proceso que puede demorar desde cuatro hasta más de ocho horas e incluye corte, lavado, descontaminación, empaquetado y etiquetado. En este transcurso, también se toman muestras para el monitoreo de microorganismos.

La CCHEN es parte de ese proceso, dado que una vez que el tejido ha sido etiquetado, se almacena con hielo seco, para ser derivado al Centro de Estudios Nucleares La Reina, donde es expuesto a radiación gamma en un irradiador autoblindado. Esta es la última etapa del procesamiento y corresponde a la esterilización por radiación, que permite controlar la carga microbiana y reducir el riesgo de rechazo del tejido tras el implante.

En relación con el proceso descrito, la Dra. Ethel Velásquez, investigadora CCHEN y Directora (T) del Centro de Investigaciones Nucleares para Aplicaciones en Salud y Biomedicina (CINASB), señaló que “Esto es lo que ha estado ocurriendo en los últimos 10 años, pero a través de este nuevo laboratorio, queremos ir un paso más allá, y no sólo aportar en la irradiación como un paso para entregar tejidos bioseguros a la red nacional de salud. Con este nuevo laboratorio buscamos contribuir también en investigación y desarrollo para contar con nuevos tejidos y presentaciones, mejorar procesos y sobre todo, desarrollar nuevas herramientas terapéuticas basadas en tejidos y células para atender las necesidades de los y las pacientes en Chile. Nuestro sueño es aportar en el avance de la ingeniería de tejidos y la medicina regenerativa, y que estos conocimientos se traduzcan en mejores tratamientos, oportunos y accesibles, para las personas que los necesitan” .

El origen

Como bien se ha dicho, esta es una historia que nace hace varios años, a partir de la colaboración público-público entre la CCHEN y el Banco Nacional de Tejidos. Sin embargo, todo inicio involucra ideas, sueños, acciones y, sobre todo, compromiso; ingredientes que son parte de la fórmula bajo la cual se ha ido cimentando esta relación virtuosa.

Paulina Aguirre, una exfuncionaria de la CCHEN, relata su motivación por hacer algo útil para las personas, lo que la llevó a unirse al proyecto de tejidos liderado por la Dra. Tatiana Rubio. A pesar de la partida de la Dra. Rubio, indica que “continué trabajando junto a la enfermera María Teresa Ogrodnik del Hospital San Borja de Arriarán. A pesar de la falta de confianza inicial y los cambios de directivos, persistimos en nuestra lucha, hasta que logramos introducir el tema en el Ministerio de Salud, donde María Teresa comenzó a trabajar. Dado que los recursos eran limitados, nuestros laboratorios eran muy básicos, de ahí que me enorgullece ver este maravilloso laboratorio que se ha construido, sabiendo que la semilla que planté está creciendo y espero que continúe haciéndolo, para ayudar a quienes necesitan de este servicio” .

Para complementar lo anterior, María Teresa Ogrodnik comenta que “El proyecto del Banco de Tejidos nace realmente en el año 2000; cuando yo trabajaba en el Hospital San Borja de Arriarán, donde hacíamos Procuramiento, pero sin procesamiento, lo que nos tenía preocupados. Ahí fue cuando la Dra. Tatiana Rubio me ofreció procurar tejidos, que luego podían ser procesados en la CCHEN. Así fue como partió este proyecto, como un sueño, con un pequeño laboratorio, bastante bien implementado, pero pequeño, que duró hasta ahora que nace este nuevo banco, que para quienes empezamos el proyecto, es un sueño hecho realidad: un banco de nivel internacional que permite generar tejidos de calidad para nuestros y nuestras pacientes” .

Como Departamento de Ingeniería y Mantenimiento, nos enorgullece entregar este nuevo laboratorio de tejidos, cuyo diseño e implementación fue todo un desafío. Es una obra que duró cinco meses, de mucho trabajo de obras civiles, que abarcaron 100 mts2, para ahora dar paso a una nueva etapa, que consiste en la calificación que nos va a permitir garantizar que la instalación cumple técnicamente con los requerimientos para un laboratorio destinado al trabajo con tejidos”, comentó Paulina Parra, jefa del Departamento de Ingeniería y Mantenimiento de la CCHEN .

Cooperación técnica

Como hemos visto, existe una estrecha relación entre la CCHEN, el Banco Nacional de Tejidos y la Coordinación Nacional de Donación, Procuramiento y Trasplante de Órganos y Tejidos. De hecho, las tres instituciones –en representación de Chile– participaron en el proyecto regional del OIEA RLA 1018 “Fortalecimiento de las capacidades de irradiación de tejidos utilizados como soporte en ingeniería tisular para su uso en medicina regenerativa”, el cual buscó fomentar el uso y aplicaciones clínicas de los tejidos radioesterilizados y donde participaron instituciones de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y Chile. 

Es en el contexto del proyecto regional RLA1018 y en un trabajo conjunto, que se identifican brechas y levantan necesidades que están limitando la actividad de tejidos en el país y es así que, aunque ese proyecto finalizó en 2023, durante este año se dio inicio al proyecto denominado “Fortalecimiento de capacidades nacionales para la generación y uso de tejidos radioesterilizados de calidad clínica para el tratamiento de patologías de alto impacto en la salud y calidad de vida (CHI1020)”. Este proyecto es financiado por el Programa de Cooperación Técnica del OIEA y corresponde al primer proyecto nacional dedicado a tejidos.

El objetivo del proyecto CHI1020 es contribuir al acceso equitativo, oportuno y de calidad de la población chilena a los beneficios de las aplicaciones de tejidos radioesterilizados. Para ello, el equipo se ha propuesto diseñar una estrategia que permita mejorar las capacidades nacionales de irradiación  a mediano y largo plazo; crear capacidades en materia de buenas prácticas  y estándares de calidad para la generación de tejidos de uso clínico; formar capital humano y reforzar las instalaciones para el procesamiento de tejidos, la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico en aplicaciones de tejidos y células; mejorar la interacción con la comunidad científica; y dar a conocer las ventajas y posibles usos de los tejidos radioesterilizados