A mediados de 2022 se realizaron dos misiones técnicas en nuestro país, ambas lideradas por expertos extranjeros, con apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). ¿El objetivo? Analizar aspectos clave para el uso seguro y sostenible del reactor de investigación RECH-1 de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), tanto en sus actuales funciones como en posibles nuevas aplicaciones.
Una de las misiones -la de Evaluación de la Explotación y el Mantenimiento de Reactores de Investigación (OMARR, por sus siglas en inglés)- se orientó, en específico, a ayudar a optimizar la disponibilidad, fiabilidad y aplicación de los recursos humanos y financieros durante todo el ciclo de vida operacional del RECH-1, que este año cumple cinco décadas de contribución al desarrollo socioeconómico de Chile.
Parte de los aspectos tratados fueron la planificación estratégica, los sistemas de gestión del reactor y de gestión del envejecimiento de la instalación, así como sus protocolos de comunicación. Todo ello quedó plasmado en un plan de acción que, hace algunos días, fue motivo de discusión de nuevas reuniones entre el grupo de expertos, liderado por el oficial técnico del OIEA, Ruben Mazzi, y el equipo de reactor RECH-1 de la CCHEN, a cargo de Luis Manríquez, jefe de la unidad.
En esta oportunidad, el propósito fue evaluar el progreso de la implementación de las recomendaciones que surgieron de la misión OMARR, recibir retroalimentación de las contrapartes y revisar el plan de acción, en términos generales.
El equipo de expertos fue integrado por Sean O’Kelly (Advanced Test Reactor, EE.UU.) y Sammy Malaka (South African Nuclear Energy Corporation, Sudáfrica), mientras que, por parte de la CCHEN, participaron Susana Bustamante, Renzo Crispieri, Julio Daie, Patricio San Martín y Luis Manríquez.
“Si bien, tras el desarrollo de esta visita los expertos deben desarrollar un informe oficial, los comentarios preliminares fueron sumamente positivos en relación con el trabajo que, como equipo, hemos venido realizando tras la misión, con miras a promover la sostenibilidad del reactor RECH-1 que está próximo a cumplir 50 años de operación ininterrumpida, que se traducen en un aporte a la salud de las personas, a la investigación, a la industria y al medioambiente”, señaló Luis Manríquez.