Chile avanza en conservación patrimonial a partir de tecnología nuclear

Del 29 de julio al 1 de agosto de 2025 se desarrolló el “Taller de Ionización para el Patrimonio Cultural”, organizado por la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) y el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural. Así marcamos un nuevo paso en la incorporación de capacidades tecnológicas -en ámbitos de la ciencia nuclear- aplicadas a la protección de nuestro patrimonio cultural.

Durante cuatro jornadas, representantes de instituciones museales, archivos y centros de conservación de distintas partes del país se capacitaron en el uso de la ionización como técnica de desinfección y control de biodeterioro en objetos patrimoniales. Esta tecnología, utilizada ampliamente en el ámbito médico e industrial, permite tratar materiales sensibles sin dañar su estructura, abriendo nuevas posibilidades para el resguardo de piezas de alto valor histórico.

El taller fue liderado por el experto Dr. Pablo Vasquez, del Instituto de Pesquisas Energéticas e Nucleares (IPEN), con apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y se realizó tanto en instalaciones del Centro Patrimonial Recoleta Dominica como en las del Centro de Estudios Nucleares Lo Aguirre de la CCHEN, donde operan los equipos especializados de irradiación.

Esta capacitación no sólo permitió transferir conocimientos técnicos, sino también fortalecer la colaboración entre sectores científicos y culturales, consolidando una capacidad país única en la región: el uso de tecnología nuclear al servicio del patrimonio. Además, el taller contempló la aplicación práctica de tratamientos sobre objetos reales, reforzando los aprendizajes teóricos con experiencia directa.

El grupo de conservadores y conservadoras a su paso por la Planta de Irradiación Multipropósito ubicada en el Centro de Estudios Nucleares Lo Aguirre de la CCHEN.

Consultada sobre la relevancia de sumar herramientas científicas, como la irradiación, a la conservación de piezas históricas, Carmela Guarello Mundt, conservadora del Museo Histórico Nacional, ratificó que “conocer y aplicar esta innovadora herramienta, como una solución eficaz para el control, eliminación de plagas y biodeterioro, representa un avance significativo en el trabajo de conservación de objetos patrimoniales, porque permite garantizar la integridad de la pieza, así como su accesibilidad, investigación y difusión, mediante una metodología efectiva, segura para conservadores y conservadoras, y respetuosa con el medioambiente. Destaco el valioso trabajo entre distintas instituciones del Estado, para potenciar y complementar conocimientos, tecnologías y capacidades científicas en beneficio del patrimonio nacional. Ha sido una experiencia muy enriquecedora y motivadora participar en este taller”.

Por su parte, Carmen Pizarro Puccio, conservadora de la Catedral de Santiago, comentó que el término del Taller de Ionización para el Patrimonio Cultural “me deja la tarea de continuar con las intervenciones necesarias para recuperar la estabilidad física y estética de estos bienes. Además, consciente de que este proceso es un tratamiento curativo, habrá que tomar medidas para la prevención de nuevos ataques: aislar de posibles focos de infestación como otras piezas con ataque activo, cuidar el ambiente (HR, T°, ventilación y aseo) y realizar un control periódico. Sin duda evaluaré la posibilidad que alguna otra pieza pueda pasar por este proceso”.

Finalmente, sobre las ventajas del uso de la irradiación frente a otras técnicas tradicionales de conservación, Anabell Lafuente Cáceres, curadora jefa del Museo de Historia Natural de Valparaíso, señaló que “[la irradiación] presenta muchas ventajas, ya que es una técnica eficaz, no invasiva y curativa, que ofrece ventajas que permiten una desinfección efectiva en materiales sensibles, frágiles y de diversas materialidades, evitando el uso de sustancias químicas agresivas, tratamientos físicos invasivos o alteraciones en la composición de objetos/especímenes, además de tener una amplia aplicabilidad en términos de agentes que afectan colecciones en museos, como hongos, bacterias, esporas y otros. Sin duda, esta técnica contribuye a generar acciones de conservación preventivas sostenibles en el tiempo tanto en colecciones pertenecientes al patrimonio cultural como al natural”.

Cooperación regional

Finalmente, cabe destacar que en 2026 se da inicio a un nuevo ciclo de cooperación técnica del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL), del que nuestro país forma parte. En este marco, uno de los proyectos del ciclo abordará tecnologías de radiación aplicadas al ámbito patrimonial. Como punto focal específico de esta área actuará, precisamente, el CNCR, que trabajará en forma colaborativa con la CCHEN, institución que tendrá la función de contraparte nacional de esta iniciativa.