
La autenticidad de los alimentos -saber de dónde vienen, cómo fueron producidos y si realmente son lo que dicen ser- es un desafío cada vez más relevante para Chile y el mundo. Con ese propósito, la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), junto al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), realizó un curso de entrenamiento como parte del proyecto de cooperación técnica “Fortalecimiento del sistema nacional de verificación de la autenticidad y determinación del origen de los alimentos” (CHI5056), que apunta a fortalecer el sistema nacional de verificación de autenticidad y origen de alimentos, con especial foco en productos como la miel.
Durante el curso, los y las asistentes profundizaron en técnicas analíticas e isotópicas para verificar la autenticidad de productos como la miel y el vino, abordando los temas desde perspectivas instrumentales y regulatorias, junto con las recomendaciones que deben ser consideradas en las etapas siguientes de la implementación y puesta en marcha del EA-IRMS, recientemente puesto en marcha en la CCHEN.
Esta iniciativa, realizada del 24 al 28 de noviembre de 2025 en el Centro de Estudios Nucleares La Reina, fue inaugurada por el Director Ejecutivo (S) de la Comisión, Richard González, y coordinada por el investigador del Centro de Tecnologías Nucleares en Ecosistemas Vulnerables (CTNEV) de la CCHEN y contraparte principal del proyecto CHI5056, Dr. Enrique Mejías.
Durante cinco días, el curso reunió a profesionales, estudiantes de postgrado, académicos(as) e investigadores(as) de instituciones nacionales vinculadas a seguridad alimentaria, junto a dos expertos internacionales, el Dr. Carsten Fauhl-Hassek, Jefe del Centro de Referencia para el Análisis de Alimentos del Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos; y la Dra. Ilka Haase, Jefa de Autenticación del Instituto Federal Alemán de Investigación sobre Nutrición y Alimentación.
Como parte de los contenidos se abordó los fundamentos de la autenticidad alimentaria, los principales tipos de fraude y los estándares internacionales que regulan productos como el vino y la miel. Los y las asistentes, además, profundizaron en el uso de herramientas analíticas avanzadas para detectar adulteraciones y evaluar el origen de los alimentos. Las jornadas incluyeron conferencias, sesiones técnicas, discusión de casos reales y espacios de discusión orientados a profundizar en herramientas analíticas e isotópicas empleadas en laboratorios especializados.
