Nombran nuevo Director Ejecutivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear

Con fecha 09 de julio de 2019 ha asumido como Director Ejecutivo de esta Institución, el Dr. Jaime Gabriel Salas Kurte, Ingeniero Politécnico Militar, Master en Ciencias en Ingeniería Nuclear del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Estados Unidos, y Doctor en Filosofía, Universidad de Cranfield, Reino Unido. Salas cuenta con una amplia experiencia en el área nuclear y como Consultor del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Preparación y Respuesta a Emergencias Radiológicas, cumpliendo diversas misiones internacionales por el OIEA. Fue Director Ejecutivo de la CCHEN entre los años 2011 y 2015.

La nueva autoridad fue seleccionada a través del Sistema de Alta Dirección Pública, y nominada por decisión del Presidente de la República, como resultado del proceso desarrollado por la Dirección Nacional del Servicio Civil.

Los desafíos del Director Ejecutivo van de la mano del proceso de modernización institucional anunciado por el Ministerio de Energía, en el marco de la “Ruta Energética 2018-2022”. Lo anterior implica cambios importantes, incorporados en la agenda legislativa del Ministerio.

Funcionarios se capacitan en concesión de licencias para el control de ingreso y salida de productos al país

Asistentes al Curso

Cerca de treinta funcionarios de gobierno participaron en el Curso de Introducción Técnica a la Concesión de Licencias, realizado del 18 al 20 de junio, en el Centro de Entrenamiento Aduanero. 

La capacitación fue organizada por el Departamento de Estado de EE.UU, y dictada por instructores expertos del Programa Internacional de Control de Exportaciones de No Proliferación (INECP) del Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de EE.UU. En Chile actuó como anfitrión el Servicio Nacional de Aduanas, con apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Como parte del programa, se revisaron las mercancías de doble uso identificadas en la Lista de Control de la Unión Europea, y se explicó el proceso mediante el cual se analiza su uso y usuario final, incluyendo riesgos de proliferación que deben considerarse para otorgar o no una licencia de exportación, además de aspectos técnicos relacionados a la transferencia de mercancías estratégicas.

En ese sentido, el curso fue diseñado para destacar las características distintivas de los productos sujetos a controles de exportación, como asimismo, las tácticas empleadas por proliferadores que desean adquirir artículos ilegalmente y la importancia de la interdicción de dichos actos.

Por su parte, un «bien de doble uso» es un producto o servicio que puede destinarse tanto a usos civiles como militares. Su exportación no está prohibida a priori, pero sí es objeto de un control restrictivo que, generalmente, se manifiesta en la obligación de obtener una licencia. 

En el contexto de lo anterior, participaron instructores nacionales -acreditados por el Programa de Control de Exportaciones y Seguridad Fronteriza Relacionada (EXBS)-, junto a representantes de los ministerios del Interior, Relaciones Exteriores, Hacienda, Economía, Energía, Defensa, Salud, y del Servicio Nacional de Aduanas (SNA), Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) y Agencia Nacional de Inteligencia de Chile (ANI).

 

Cabe mencionar que esta iniciativa se enmarca en el compromiso permanente del Estado de Chile con la no proliferación de armas de destrucción masiva y el pleno cumplimiento de la Resolución N° 1540 (2004) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que obliga a adoptar medidas para evitar la proliferación de armas de destrucción masiva, sus sistemas vectores y los materiales que pueden ser utilizados en su diseño, producción y uso. 

Estación de monitoreo de ensayos nucleares de la Isla Robinson Crusoe está 100% operativa

Boyas

Recientemente, se concretó el reemplazo de la boya que señala “Zona de Prohibición de Fondeo”, que forma parte del sistema de protección de los cables de la Estación Hidroacústica HA03 en la Bahía Cumberland, encargada de captar las frecuencias de gran parte del Océano Pacífico. 

Esta estación es parte del Sistema Internacional de Vigilancia del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBT, por sus siglas en inglés) a cargo de monitorear el desarrollo de ensayos nucleares mediante estaciones de vigilancia que operan alrededor del mundo, a través de las tecnologías de infrasonido, hidroacústica, sísmica y radionúclidos.

Lo que respecta al sistema de vigilancia hidroacústico, este consta de dos subsistemas: uno localizado al norte de la Isla Robinson Crusoe (HA03N) y otro al sur (HA03S). Cada uno se compone de un cable submarino que recoge datos, mediante fibra óptica y provee energía a tres hidrófonos localizados en el canal SOFAR (canal de sonido profundo), fondeados a unos 2.000 metros de profundidad.

Precisamente, para asegurar este cable se realizó la mantención y reinstalación de la boya de señalización, lo que estuvo a cargo de BENTOS y de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), con apoyo de la Ilustre Municipalidad de Juan Fernández y de la Capitanía de puerto local.

Para contextualizar, cabe mencionar que el gobierno de Chile delegó a la CCHEN la responsabilidad de la operación y mantenimiento de las siete estaciones pertenecientes al Sistema Internacional de Vigilancia (SIV) y del Centro Nacional de Datos, a través de la Encargada de las Estaciones Chilenas de Monitoreo CTBT, Paola García.

Coordinadores de ARCAL se reúnen en Cuba y celebran los 35 años del Acuerdo

Asistentes a la XX Reunión del Órgano de Coordinación Técnica (OCTA) del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL)

En Cuba se realizó la XX Reunión del Órgano de Coordinación Técnica (OCTA) del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL), a la que asistió el Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano.

Durante el encuentro, se conmemoró el aniversario N° 35 de este Acuerdo, el que en palabras de Amano “ha significado un progreso para la región, gracias al aumento del uso pacífico de las tecnologías nucleares durante las últimas tres décadas”.

Por su parte, el Coordinador Nacional de ARCAL en Chile, Mauricio Lorca, jefe de la División de Investigación y Aplicaciones Nucleares de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), comentó que “es gratificante visualizar los logros que nuestro país ha obtenido, a través de ARCAL. Sin ir más lejos, ha rendido frutos en temas tan importantes como la salud o la agricultura, donde vale la pena mencionar la Técnica del Insecto Estéril, a la cual le debemos estar libres de la mosca de la fruta, sobre todo teniendo a la vista el importante volumen de frutas o hortalizas que exportamos”.

En este contexto, se expuso un video e “Historias de éxito de ARCAL”, lo que, precisamente, grafica los logros alcanzados durante su desarrollo. Este último fue elaborado conjuntamente por los Coordinadores Nacionales de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba y Perú.

Asimismo, en la reunión se realizó el traspaso de la presidencia del OCTA, pasando de México a Cuba, país que asumió la presidencia. En tanto, en Perú recae la vicepresidencia. Así, junto a México, estos tres países conforman ahora el grupo directivo del OCTA.

En la reunión se aprobaron los proyectos para el ciclo 2020-2021, se realizó una evaluación preliminar del Perfil Estratégico Regional que rige actualmente, se abordó el tema de alianzas estratégicas y se discutió en torno al manual de procedimientos, comunicaciones y plan de actividades del periodo.

Todo lo anterior fue discutido y consensuado entre los representantes de 20 (de los 21) Estados Miembros integrantes del Acuerdo, esto es, Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Recordemos que ARCAL surgió en 1984, ejecutando a la fecha 163 proyectos, que han significado un aporte de más de 40 millones de dólares. Asimismo, parte de sus acciones se han enfocado en más de 370 cursos de especialización y en el entrenamiento de más de 15.500 profesionales.

Científicos y comunicadores se reunieron para discutir las amenazas de nuestros océanos en América Latina y el Caribe

En Santa Marta, Colombia, se dieron cita más de 20 científicos marinos y expertos en comunicación para trabajar conjuntamente en la elaboración de mensajes y productos de difusión y divulgación que den cuenta del rol de la ciencia nuclear en el monitoreo del medio ambiente marino. En esa misma instancia, se conformó REMARCO, una red de ciencia y comunicación que conecta 14 países de la región de América Latina y el Caribe.

Lo anterior se basa en que quienes toman decisiones no suelen disponer del tiempo suficiente para revisar documentos científicos o 30.000 muestras de datos sobre la salud de nuestros océanos. Por eso, el grupo se reunió para consolidar y compactar estos hallazgos, con el fin de enviar la información a los responsables de formular políticas a nivel nacional. En ese sentido, y con apoyo del OIEA, el objetivo apunta a crear conciencia sobre las amenazas a los océanos y ayudar a los tomadores de decisión de la región a procurar políticas basadas en evidencias.

“Los informes científicos no siempre son fáciles de digerir, y los artículos de este tipo se publican en canales tan especializados, que muchos de los resultados relevantes no llegan a los responsables de la formulación de políticas”, dijo Magali Zapata, encargada de la gestión del programa en la cooperación técnica del OIEA. Agregó que “el objetivo de este taller y de REMARCO es exactamente eso: ayudar a los científicos a comunicar sus resultados fuera de la esfera científica, y así crear la conciencia necesaria para influir en la toma de decisiones”.

La red se estableció en 2016 para conectar a estos países ante los desafíos compartidos en sus entornos marinos y costeros, esto es, contaminación marina, acidificación de los océanos, proliferación de algas nocivas y microplásticos. Con el apoyo del programa de cooperación técnica del OIEA, los científicos de la red utilizan técnicas derivadas de la energía nuclear para monitorear estos fenómenos y presentar las propuestas adecuadas de remediación o mitigación.

Durante el taller, expertos de Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Uruguay y Venezuela crearon cuatro folletos, uno para cada uno de los temas mencionados anteriormente, además de un folleto sobre REMARCO. La idea es ofrecer este material a los tomadores de decisión durante conferencias y reuniones de alto nivel, como por ejemplo, la 22ª Reunión del Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe. Próximamente el material también estará disponible en línea.

Representando a Chile, asistió el comunicador Víctor Contreras, del Laboratorio de Toxinas Marinas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quienes lideran en nuestro país este proyecto, junto a Rosamel Muñoz, jefe de la Oficina Asesora de Comunicación Corporativa de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), quien fue invitado como experto para dirigir el taller, junto a la periodista del Organismo, Laura Gil.

Además del material impreso, los expertos han ideado una estrategia comunicacional para el mediano y largo plazo, una propuesta de video y una serie de perfiles de países con información de los problemas específicos que afectan a cada lugar.

“Los ambientes marinos representan una fuente renovable de biodiversidad que contribuye a la economía”, dijo Francisco Arias, director general del Instituto de Investigación Marina y Costera (INVEMAR), donde se realizó el taller. “El conocimiento compartido generado por nuestros científicos ayuda a sostener este recurso indispensable para Colombia y los demás países costeros que también se ven afectados por estas amenazas”, sentenció.

El programa de cooperación técnica del OIEA ha capacitado a más de 300 científicos y técnicos en general sobre el uso de técnicas derivadas de la energía nuclear para medir la contaminación marina, la acidificación de los océanos, la proliferación de algas nocivas y los microplásticos. Con el equipo y las técnicas proporcionadas por el OIEA, los técnicos y científicos que forman REMARCO han recolectado hasta la fecha casi 30.000 muestras de agua y organismos marinos y han publicado numerosos artículos científicos sobre diversas amenazas a los océanos.

Estos resultados se utilizarán para abordar los principales desafíos en la materia, como los organismos que amenazan la acidificación de los océanos, como los corales y moluscos. Esta acidificación es una alteración de la composición química del agua de mar debido al aumento acelerado del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, causado por la acción humana.

Las floraciones de algas nocivas (HAB) son fenómenos naturales generados por el crecimiento de ciertas microalgas que producen un efecto nocivo o tóxico cuya frecuencia, en los últimos años, ha aumentado a nivel mundial. Afectan los ecosistemas, la economía de las zonas costeras, la seguridad de los recursos pesqueros y la salud pública, lo que lleva a intoxicaciones graves e incluso, a la muerte.

El deterioro de la calidad del agua, los efectos perjudiciales sobre los recursos vivos, el peligro para la salud humana, la reducción de los atractivos naturales y los obstáculos para las actividades económicas son consecuencias de la contaminación costera y marina. Esta contaminación se debe a actividades humanas que introducen sustancias, como las aguas residuales domésticas e industriales, y la energía, como el calor, la iluminación y el ruido en el mar.

Los microplásticos, por último, son uno de los contaminantes más preocupantes, complejos y difíciles de manejar. Son partículas de plástico de un tamaño menor a cinco milímetros que llegan a los océanos. Se originan a partir de la fragmentación o fabricación directa de materiales para uso industrial y doméstico, pudiendo afectar las funciones del ecosistema.

Los científicos de REMARCO investigan estos fenómenos emergentes a partir de técnicas nucleares y convencionales, y producen e intercambian valiosos conocimientos destinados a monitorear constantemente del estado del medio ambiente.
Nota original de Laura Gil, OIEA (VER AQUÍ)