En el marco del proyecto nacional “Fortalecimiento de la infraestructura nacional de seguridad radiológica” (CHI9025), apoyado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) recibió una misión de expertos internacionales, entre el 21 y 25 de octubre de 2024. Mediante esta misión, se buscó evaluar sistemas, subsistemas y componentes del reactor chileno de investigación RECH-1, siempre velando por la seguridad y la sostenibilidad de la operación de la instalación, que este año cumplió 50 años de existencia.
Equipo de expertos
El equipo experto de inspección fue encabezado por el líder de la misión, Rubén Mazzi, e integrado por Lande Garth Davis y Walter Bermúdez, quienes aportaron su vasta experiencia en la inspección de reactores. Desde la CCHEN participaron Luis Manríquez, jefe del RECH-1; Renzo Crispieri, Francisco Cabrera y Susana Bustamante, supervisores/a de operación; Patricio San Martín, encargado de mantenimiento; Carlos Henríquez y Luis Iturrieta, operadores de reactor; y Mario Barrera, por parte de la Planta Elementos Combustibles de la CCHEN.
Lande Garth Davis destacó la importancia de esta inspección al RECH-1, señalando que en este tipo de reactores, la gestión del envejecimiento es fundamental para asegurar la seguridad y el rendimiento continuo. “La gestión del envejecimiento requiere un esfuerzo continuo que involucra inspecciones visuales, para tomar medidas que garanticen su operación, en forma segura”, afirmó Davis, quien elogió el compromiso del personal del RECH-1 en el mantenimiento de la instalación y el buen desarrollo de la misión. Walter Bermúdez, especialista en inspección visual en servicio de reactores, agregó que el equipo ha empleado tecnologías avanzadas para evaluar el estado de los componentes principales del reactor.
Impacto y beneficios
El reactor RECH-1 cumple un papel relevante en la producción de radioisótopos para aplicaciones médicas y en la investigación de materiales, siendo un centro de referencia en el desarrollo de soluciones nucleares. Al respecto, Davis comentó que “la flexibilidad de un reactor de investigación como el RECH-1 permite no sólo atender necesidades de producción, sino también colaborar con universidades e instituciones farmacéuticas para el desarrollo de nuevos productos”.
Este tipo de iniciativas y colaboraciones con organismos internacionales, como el OIEA, subrayan el compromiso de la CCHEN en la promoción de la seguridad, la sostenibilidad y el desarrollo tecnológico en el ámbito nuclear, beneficiando a la comunidad científica y a la sociedad en general.