La apuesta de la UBO y la CCHEN por trabajar juntas en extracción de elementos críticos y nuevos materiales

Hace unos días, investigadores e investigadoras de la Universidad Bernardo O´Higgins (UBO) visitaron el Centro de Estudios Nucleares Lo Aguirre de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), en el marco de un plan de trabajo conjunto, que tiene como objetivo fortalecer el ecosistema de I+D en lo que respecta a materiales y sostenibilidad energética.

Ese plan de trabajo forma parte de un convenio firmado por ambas instituciones, y es el contexto bajo el cual se gesta la visita realizada por el equipo del Centro Integrativo de Biología y Química Aplicada al Centro de Estudios Nucleares Lo Aguirre, donde se reunieron con integrantes del Centro de Materiales para la Transición y Sostenibilidad Energética (METS), quienes realizaron una presentación general de las actividades desarrolladas en la CCHEN, en la División de Investigación y Aplicaciones Nucleares, y sobre los proyectos que lleva a cabo este centro de investigación.

Aprovechando la oportunidad, las visitas recorrieron la Planta Piloto, los laboratorios de Caracterización Química y los laboratorios de Nuevos Materiales, para interiorizarse respecto de las capacidades de pilotaje, análisis e investigación con que cuenta este Centro de la CCHEN.

“En enero de este año fuimos invitados a la UBO, donde conocimos sus capacidades e instalaciones. Ahora, con esta segunda reunión, hemos podido afianzar la colaboración e interés mutuo en proyectos más concretos relacionados a procesos de extracción de elementos críticos y al desarrollo de nuevos materiales. Esperamos que esta iniciativa de colaboración se fortalezca y perdure para sacar el máximo provecho”, señaló el Dr. Julio Urzúa Piña, director del Centro de Materiales para la Transición y Sostenibilidad Energética de la CCHEN. Sobre los elementos y los nuevos materiales que serán objeto de estudio, el Dr. Urzúa puntualizó que, a medida que las conversaciones vayan avanzando, se determinarán cuáles serán.

Convenio colaborativo

Este convenio, firmado a principios de 2022, tiene como objetivo aprovechar distintas oportunidades, en forma conjunta, ya sea en la postulación de proyectos científicos a fondos concursables a nivel nacional, como en iniciativas propias de ambas instituciones en las que puedan colaborar.

Asimismo, esta instancia será propicia para promover espacios de cooperación, que incluirán intercambios estudiantiles, prácticas profesionales, perfeccionamiento, cooperación técnica y charlas, entre otros. Tiene una vigencia de cinco años, renovables en forma automática.

Para nosotros es muy importante generar este tipo de instancias de acercamiento con investigadores e investigadoras de otras instituciones. Nos permite, por un lado, visibilizar lo que hacemos en la CCHEN y ponernos en el radar y, por otro lado, delinear en conjunto posibles áreas de colaboración, o incluso proyectos y temáticas nuevas que, de forma individual y aislada, no hubiera sido posible visualizar. Sin duda, la investigación se potencia cuando se aborda de una forma abierta, colaborativa y conectada con el mundo, y eso es lo que queremos apoyar desde la Oficina de Vinculación en I+D“, señaló Bárbara Nagel Araya, jefa de la Oficina de Vinculación en I+D de la CCHEN.

Promueven uso de técnicas nucleares e isotópicas para mejorar genéticamente plantas nativas y agrícolas

Altas temperaturas, alteraciones en la distribución de precipitaciones y proliferación de plagas y enfermedades son algunas de las consecuencias del cambio climático. Para contribuir a su mitigación, es clave el desarrollo de programas de propagación y fitomejoramiento que apoyen la conservación y el mejoramiento de especies vegetales de alto valor ecológico y agrícola, que permitan aprovechar de manera sustentable los recursos fitogenéticos.

Los programas de mejoramiento que hoy se desarrollan en Chile se basan en técnicas convencionales y biotecnológicas. Si bien, ambas son ampliamente utilizadas, no son las únicas: hablemos del uso de agentes mutagénicos, que implica la exposición de material vegetal a radiaciones ionizantes para inducir cambios hereditarios a nivel de ADN y dar paso a una nueva variedad.

Sobre sus beneficios, la mutación radioinducida es una metodología que, ya sea utilizada como estrategia única o complementaria a estrategias convencionales, permite generar variabilidad genética previamente inexistente y disminuir en forma ostensible los tiempos involucrados en desarrollar nuevas variedades (a diferencia de la técnica convencional que requiere de 12 a 15 años para obtener resultados concretos, un programa de mejoramiento basado en uso de radiación ionizante puede tomar entre 8 a 10 años en alcanzar sus objetivos).

Para promover su uso, se inició un nuevo proyecto nacional, denominado “Uso de técnicas de irradiación e isotópicas para mejorar la genética de plantas nativas y agrícolas” (CHI5054), que se extenderá por dos años, con la participación de investigadores e investigadoras de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y el Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF), para contribuir a la adopción de materiales vegetales con mejor adaptación a las condiciones ambientales que imperarán en el país producto del cambio climático.

En representación de la CCHEN, participan los investigadores del Centro de Tecnologías Nucleares en Ecosistemas Vulnerables, M.Sc. Doris Ly el Dr. Daniel Villegas, quien comenta que “el proyecto permitirá fortalecer las capacidades y el equipamiento a nivel país, con miras a crear una red de colaboración intrainstitucional, cuyo objetivo sea asesorar y apoyar a todo interesado en la adopción de técnicas nucleares en sus propios programas de mejoramiento. Además, nos permitirá contar con la visita de expertos internacionales que realizarán charlas y cursos de capacitación para acercar las técnicas nucleares a investigadores y al público general, de modo de disminuir temores y aprensiones en torno a su uso”.

Lo anterior cobra especial importancia, en medio de un escenario que el Dr. Villegas describe como preocupante, puesto que “debido a sus características geográficas, Chile es considerado un país altamente vulnerable frente al fenómeno del Cambio Climático. En esa línea, se espera un aumento de las temperaturas de norte a sur y una disminución de las precipitaciones desde Copiapó a Aysén, justamente donde se concentra la actividad agrícola”.

Plan de trabajo

El proyecto, que cuenta con apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), considera además de la implementación de capacidades analíticas (fisiológicas, bioquímicas y moleculares), apoyo para efectuar misiones de expertos, programas de capacitación y entrenamiento, ensayos de caracterización y radiosensibilidad, y evaluación del material vegetal irradiado a través de diversas técnicas.

En este marco, se efectuarán dos estudios piloto para evaluar el uso de técnicas nucleares en los programas de propagación y fitomejoramiento de plantas. Por una parte, se aplicará radiación ionizante para generar nuevos genotipos de alto valor ornamental a partir de especies nativas de zonas áridas y semiáridas, que permitirían el desarrollo de cultivos mejor adaptados a la escasez de agua. Se utilizará Nolana intonsa, especie herbácea perenne, originaria de las zonas áridas de Chile.

Por otra parte, se empleará la radiación ionizante como agente mutagénico para inducir la variabilidad genética aplicada a las especies de cucurbitáceas. En concreto, se irradiará una variedad de calabaza (Lagenaria sp.) usada como porta-injerto de sandía en la búsqueda de generar mayor tolerancia a la sequía y así propender a una producción más sostenible.

En el marco de este proyecto, se realizará también una evaluación e identificación de brechas, junto con el diseño de estrategias para solucionarlas. Se busca proponer una hoja de ruta de largo plazo que permita asegurar el adecuado uso de técnicas nucleares en programas de mejoramiento vegetal a nivel país.

Los beneficiarios y usuarios finales son, en una primera etapa, el personal y los investigadores de la CCHEN, CEAF y la PUCV. En la segunda etapa, los resultados serán transferidos a investigadores y mejoradores de instituciones públicas y privadas, incluyendo universidades, centros de investigación, viveros y empresas agrícolas, para incentivar el uso de tecnologías nucleares como parte de las metodologías de mejoramiento genético de varios cultivos.

La CCHEN integra proyecto que busca evaluar la contaminación de los suelos de la región

El suelo es la base de la flora, la fauna y las personas. En definitiva, es el sustento de la vida misma. Sin embargo, su preservación en América Latina y el Caribe es amenazada por actividades antropogénicas, e incluso, por causas naturales.

Esto alertó a 18 países de la región quienes, conscientes de la falta de información y de capacidad analítica para determinar los contaminantes y su impacto, conforman el proyecto RLA5089 denominado “Evaluación de los efectos de los metales pesados y otros contaminantes en los suelos contaminados por actividades de origen antropógeno y natural”, apoyado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a través del Acuerdo Regional ARCAL.

En representación de Chile, participa la investigadora de la División de Investigación y Aplicaciones Nucleares (DIAN) de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), la Dra. Ana Valdés Durán.

“Con este proyecto esperamos contribuir, a nivel nacional y regional, al incremento de capacidades analíticas en lo que respecta a técnicas nucleares aplicadas al estudio de suelos contaminados por metales pesados, así como a la formación de profesionales en esta temática. Los esfuerzos se orientarán a la armonización de metodologías de trabajo para el desarrollo de un diagnóstico de la calidad de los suelos en América Latina”, señaló la Dra. Ana Valdés Durán.

Las causas del problema

En declaraciones realizadas en 2021 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el empeoramiento de la contaminación del suelo y la proliferación de desechos amenazan el futuro de la producción alimentaria, la salud humana y el medioambiente en todo el mundo.

Algunas cifras de PNUMA indican que más de un 70% de las tierras secas utilizadas en agricultura en América del Sur sufren una degradación de moderada a extrema, o que cerca del 50% de los suelos en las tierras de pastoreo han perdido su fertilidad. Además, en las últimas décadas, el abandono rural y la pobreza han acelerado el crecimiento de las áreas urbanas. El problema es que muchas ciudades no fueron concebidas para las densidades demográficas que hoy tienen. De ahí que sus habitantes son particularmente vulnerables a desastres y riesgos para su salud.

A este problema ya declarado contribuyen otros componentes, como la falta de buenas prácticas de manejo del suelo; la insuficiente información confiable sobre el nivel de contaminación por metales pesados ​​y otros contaminantes; y la falta de interacción entre gobiernos, academia y comunidades científicas.

Por lo tanto, para contribuir a mejorar las políticas de manejo del suelo, es necesario partir por generar conocimiento e información sobre la caracterización de los impactos ambientales de los metales pesados ​​y otros contaminantes de origen antrópico y natural. Esto constituye el objetivo central de este proyecto regional.

El Plan Estratégico Regional de ARCAL reconoce los problemas que tiene la región en materia del recurso suelo, de allí que en todos los últimos ciclos hemos tenido proyectos que han abordado la erosión y contaminación de este recurso fundamental para la vida y la supervivencia. Del ciclo anterior tenemos el proyecto RLA5076, que al igual que este proyecto RLA5089, utilizan técnicas nucleares y conexas para lograr sus objetivos, los que contribuyen a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), aprobados en la Cumbre de las Naciones Unidas, como Salud y Bienestar, Hambre Cero y Vida de Ecosistemas Terrestres”, enfatizó la Coordinadora Nacional de ARCAL en Chile, Silvia Lagos Espinoza.

El rol de la energía nuclear

Para realizar este tipo de evaluaciones, las técnicas analíticas nucleares y afines juegan un rol clave porque su aplicación arroja información confiable que puede contribuir a una mejor toma de decisión, incluida la planificación del uso del suelo y la legislación adecuada.

En esta línea, el análisis por activación neutrónica (NAA) será una de las técnicas a aplicar por cuanto permite estudiar diversas muestras, pudiendo con solo unos pocos miligramos realizar el análisis de los elementos presentes, a partir de métodos no destructivos, donde basta una mínima manipulación. En forma complementaria, el uso de isótopos será clave para identificar la fuente y el transporte de contaminación por metales pesados ​​en áreas mineras o industriales.

El plan de trabajo, que se extenderá por cuatro años, incluye la evaluación de las capacidades humanas y analíticas en la región, el desarrollo de un inventario de la normativa con que se cuenta para evaluar la contaminación de suelos por metales pesados, la armonización de procedimientos de muestreo y análisis, la elaboración de un manual de procedimientos para realizar la evaluación, la adquisición de equipamiento e insumos para muestreo y preparación de muestras, pruebas de aptitud y rondas de intercomparación, entre otros.

“En Chile nos hemos propuesto trabajar en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente, Ministerio de Agricultura y Ministerio de Minería, por tratarse de instituciones clave relacionadas con distintos usos del suelo. Después de la primera reunión de coordinación, que tuvo efecto del 21 al 24 de marzo, y dada la experiencia de la CCHEN en la materia, Chile liderará, junto a México, Uruguay, Argentina y Panamá, la armonización de protocolos del trabajo de campo (métodos y criterios de muestreo e instrumentos analíticos, entre otros). Esperamos contar con una versión preliminar en noviembre, para luego realizar capacitaciones al resto de instituciones participantes, para iniciar los proyectos piloto que cada país tendrá que desarrollar”, detalló la Dra. Valdés.

Los países que conforman este proyecto ARCAL son Argentina, Bolivia, Brasil, Belice, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.

Chile será escenario del III Simposio Internacional sobre educación, capacitación, divulgación y gestión del conocimiento nuclear

En modalidad híbrida –presencial y virtual– se realizará el III Simposio Internacional sobre Educación, Capacitación, Divulgación y Gestión del Conocimiento Nuclear, del 26 al 29 de julio de 2022, con el auspicio del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Red Latinoamericana para la Educación y Capacitación en Tecnología Nuclear (LANENT).

El encuentro, que tendrá lugar en Santiago de Chile, en su modalidad presencial, es organizado en forma conjunta por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), con el patrocinio de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN). Previamente, este Simposio se desarrolló en Perú (año 2015) y Argentina (año 2017).

El objetivo es que las instituciones y personas dedicadas a la educación, capacitación, difusión y gestión del conocimiento en tecnología nuclear de Latinoamérica, el Caribe y otras latitudes, puedan dar a conocer sus experiencias en el tema, y contribuir a la creación de comunidades regionales de práctica.

Para tener en cuenta

  • Envío de resúmenes: hasta el 08 de mayo de 2022
  • Aceptación de resúmenes: 15 de mayo de 2022
  • Postulación para apoyo económico del OIEA: hasta el 29 de mayo de 2022
  • Envío de trabajos in extenso: hasta el 30 de junio de 2022

Más información del Simposio aquí.

SEGPRES destaca el proceso de transformación digital de la CCHEN y le otorga un reconocimiento

Sellos de cumplimiento Ley de Transformación Digital periodo 2019-2022

La transformación digital (TD) es la integración de la tecnología digital en las diversas áreas de la CCHEN, para contribuir a una mejora, en cuanto a la forma de operar y brindar servicios, ya sea a la ciudadanía como a funcionarios y funcionarias de la propia Comisión.

Las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) son parte de la cadena de valor, tanto en los procesos productivos como en soporte.

Durante tres años, un equipo multidisciplinario de la CCHEN viene trabajando por lograr esta integración, en la que, junto a este esfuerzo, es fundamental la adecuación y mejora de procesos.

¡Cumplimos! Aunque la meta era tener un 80% de nuestros trámites digitalizados, en 2021, la CCHEN cumplió con el 100% de los trámites declarados en el Registro Nacional de Trámites. Por eso, Gobierno Digital de la SEGPRES nos entregó un diploma de reconocimiento, junto a los sellos que representan los ejes prioritarios para avanzar en la Transformación Digital del Estado: Cero filas, Cero papel e Identidad digital. A ellos se suma el eje de Coordinación y Seguimiento. ¡Cumplimos con los cuatro!

Para entenderlos, revisemos un ejemplo, y veamos quién está detrás de cada acción:

Todo documento oficial que sale desde la Oficina de Partes hacia otro servicio público, es enviado (o recepcionado) en formato digital, mediante la plataforma Doc.Digital, contribuyendo así al eje Cero papel. En su cumplimiento, destaca la valiosa colaboración de Marisol Gutiérrez, Hugo Plaza y Patricio Henríquez.

Respecto a Cero filas, los ciudadanos/as pueden realizar sus trámites en nuestro Portal de Trámites Digitales, donde pueden hacer uso de su Clave Única, que se relaciona con Identidad Digital. En estos dos ejes, han sido un gran aporte Eric Romero, Claudio Soto y Jorge Gutiérrez, por parte del DTIC, pero también ha contado con la importante participación de Emilia Pereira y Daniel Hernández, del Departamento de Producción y Servicios, que se ocupan de atender las solicitudes de la ciudadanía.

Por otra parte, recordemos que la entrada digital se realiza a través de nuestro portal institucional, operado por el webmaster Diego Vargas, y la operadora del SIAC, Dasha Barril, con apoyo del equipo de Ciberseguridad, Juan Carlos Manzano y Julio López.

En definitiva, es un esfuerzo colectivo de las distintas áreas de nuestra institución.

¿Qué viene en 2022?

Corresponde realizar las tareas que nos permitan cumplir con la Ley N° 21.180 de Transformación Digital del Estado; una ley que previamente era un instructivo presidencial de transformación digital. No obstante, tras entrar en vigencia en 2021, modificó las bases de los procedimientos administrativos para impulsar su transformación y digitalización.

El objetivo es que las solicitudes digitales sean la norma y las presenciales, una excepción; esto bajo el principio de interoperabilidad para una mejor integración entre instituciones públicas.

Quiero destacar y agradecer el trabajo que realizó el equipo multidisciplinario que estuvo a cargo de este importante proceso de transformación digital, liderado por Raúl Riquelme, en su calidad de Encargado de Transformación Digital. Por supuesto, es muy simbólico contar con este diploma y con los sellos que dan cuenta del cumplimiento de una tarea; una tarea fundamental, por cierto. Sin embargo, el mérito va por la disposición, por la concreción de las tareas del día a día que apuntan a grandes realizaciones, y sobre todo, por el trabajo en equipo. Estos ingredientes van implícitos en este logro, y por eso reciban todo mi agradecimiento y reconocimiento”, señaló nuestro Director Ejecutivo, Jaime Salas Kurte.