“Establecimiento del Capítulo Regional Women in Nuclear ARCAL” se denomina el proyecto en el que participa la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), junto a representantes de 11 países de la región, en el marco del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL).
El objetivo de esta iniciativa es contribuir a la promoción de la participación plena, equitativa y activa de las mujeres de la región, en áreas relacionadas con la ciencia y tecnología nucleares. En ese marco, se impulsa la creación de los capítulos nacionales de Women in Nuclear en aquellos países que aún no cuentan con uno, de modo de establecer y fortalecer una red a nivel regional.
El trabajo que, a partir de eso, se busca realizar, en forma sistemática, es la visibilización del quehacer de las mujeres en este sector, para promover su participación y, en especial, de nuevas generaciones en esta industria. Asimismo, se busca proporcionar información objetiva sobre los usos y aplicaciones de la energía nuclear y las radiaciones ionizantes en Chile y el mundo.
Así nació el capítulo Women in Nuclear (WiN) Chile, liderado por la ingeniera Paula González Cáceres, de la División Corporativa de la CCHEN, quien está a cargo de su desarrollo, junto a un grupo interdisciplinario de implementación, integrado por funcionarias de la Comisión.
“En Chile contamos con excelentes referentes femeninos, no solo en el sector nuclear y en materias relacionadas, sino que también en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), por lo que la implementación del capítulo chileno de Women in Nuclear es una oportunidad de concentrar aún más nuestros esfuerzos para visibilizar cuán importante es el rol de la mujer en esta industria”, señaló el Director Ejecutivo de la CCHEN, Jaime Salas Kurte.
En línea con lo anterior, el directivo agregó que “esta iniciativa no es aislada, y más bien responde al interés de la Institución por aunar esfuerzos a los que ya viene desarrollando nuestro gobierno, en este caso, a través del Programa Energía Más Mujer del Ministerio de Energía, del que la CCHEN es parte, y esto a través de una robusta Agenda de Género 2018-2022 que estamos impulsando con mucha fuerza”.
Women in Nuclear
Women in Nuclear es una organización mundial sin fines de lucro, de mujeres que trabajan en energía nuclear, radiaciones ionizantes y sectores relacionados. Tiene más de 42 capítulos en todo el mundo, siendo ese uno de sus principales mecanismos para fomentar el trabajo en red, principalmente, a través de la conformación de capítulos WiN a nivel nacional y regional.
De ahí que una de sus fortalezas radica en ir tejiendo relaciones, aprendizajes, conocimientos y capacidades; como así también ir avanzando en la constitución de un espacio común, abierto y diversificado, en el que se puedan ir sumando nuevas iniciativas y propuestas.
Según el OIEA, las mujeres representan menos de la cuarta parte de los profesionales que trabajan en la industria nuclear y menos del 30% de los investigadores científicos a escala mundial. “Esa baja representatividad es la que nos motiva a participar en este proyecto, donde buscaremos visibilizar el rol y la contribución que las mujeres realizan día a día al área nuclear en Chile y el mundo, con el propósito de motivar y atraer nuevos talentos”, señaló Paula González.
Por 46 años, el reactor de investigación (RECH-1) de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) ha sido único en Chile y, por consiguiente, una instalación crítica en el funcionamiento del país. Esto hace que el equipo de profesionales y técnicos que lo opera tenga un sentido de responsabilidad y dedicación del mismo nivel del de cualquier otro servicio esencial de la nación.
Ello quedó de manifiesto tras el estallido social de octubre de 2019 y fue ratificado en tiempos de pandemia.
Modelo de adaptación
Durante estos dos escenarios, el equipo del reactor RECH-1 ha debido adaptar la planificación de sus actividades de operación y mantenimiento, para continuar supliendo las demandas del medio, tanto interno como externo, de manera confiable y segura para las personas y el medio ambiente.
Primero, fue necesario resguardar la seguridad del grupo de personas que opera y mantiene el reactor, sobre todo considerando que está funcionando de manera presencial solo con la mitad de la dotación. Ello ha implicado redoblar los esfuerzos de quienes realizan turnos, para cumplir cabalmente con las planificaciones y tareas comprometidas. Al mismo tiempo, significó recurrir de manera más intensiva al apoyo de los grupos de trabajo de la Planta de Fabricación de Elementos Combustibles (PEC) y de Ingeniería y Mantenimiento, entre otros.
Equipo de operaciones durante labores de rutina en el RECH-1.
“No solo se ha logrado cumplir de manera eficaz y eficiente con los compromisos adquiridos para asegurar el abastecimiento de radioisótopos y radiofármacos a hospitales y clínicas, sino que, además, se ha hecho a conciencia de que en un entorno cambiante como este, es necesario adaptar los procedimientos, sin perder de vista la normativa vigente y el máximo nivel técnico”, comentó el jefe de la División de Investigación y Aplicaciones Nucleares, Luis Huerta.
Precisamente, esto último se materializó en el cambio de régimen de la operación del reactor, que transitó hacia uno con más capacidad de adaptación que también conlleva un estrecho seguimiento de la demanda y una minimización de la generación de desechos, producto de una sobreirradiación de blancos.
El seguimiento de la demanda es posible gracias al fortalecimiento de los modelos de cálculo que se utilizan en el reactor. En esa línea, se ha mejorado la coordinación entre los actores clave de la cadena productiva, debido a una mejor caracterización y manejo de los parámetros del proceso.
En otro orden de cosas, se han mejorado las condiciones de seguridad radiológica de la instalación mediante la compra de un detector de pies y manos de última generación, y de dosímetros de lectura directa para todos los miembros del equipo. Esto, “para asegurar el máximo control de las condiciones en que el equipo de operación realiza sus actividades, y así procurar que nadie sufra ningún efecto adverso en su salud”, ratificó Huerta.
Por otra parte, y en línea con las metas del Programa de Mejoramiento de Gestión de la Comisión, se realizó el cambio de tecnología de iluminación de la instalación, en el marco de la normativa de ambiente de trabajo y de una inversión de recursos que tendrá un retorno en términos de la calidad del espacio laboral y una disminución del consumo de energía eléctrica. Todos estos cambios hacen más segura y confiable la operación del RECH-1, redundando en una mayor eficiencia del sistema en su conjunto.
Recambio generacional
Un elemento adicional a destacar es que el grupo de operación se encuentra en medio de un recambio generacional. Se trata de un equipo que integra personas altamente experimentadas en la operación del reactor y con abundante conocimiento de las características propias de esa operación, y que llevan muchos años aportando con su capacidad técnica y técnica. Y, asimismo, cuenta con nuevas generaciones que se han ido incorporando con mucho interés por aprender y lograr los mejores estándares en su trabajo.
En este punto, el desafío es la transferencia efectiva de conocimientos críticos desde los profesionales más experimentados hacia la nueva generación de operadores y, de esta forma, asegurar la completa continuidad operacional, no solamente bajo los estándares actuales, sino que de cara hacia nuevas necesidades y desafíos futuros.
En este sentido, durante este último período se cumplió un hito fundamental en la instalación: el nuevo grupo de operación realizó la reconfiguración de núcleo del reactor RECH-1, de manera exitosa, sin errores, y con la seguridad requerida, bajo la estricta supervisión de uno de nuestros profesionales más experimentados.
Equipo a cargo del cambio de núcleo del reactor.
Esta actividad, periódica en la operación del reactor, consiste en realizar cambios en la posición de los elementos combustibles del núcleo del reactor, retirando los que han cumplido su ciclo de vida e incorporando elementos frescos. Esta actividad no solamente requiere de un gran conocimiento teórico y técnico, sino que, además, un alto nivel de destreza manual y mucha concentración.
“El desempeño del grupo humano del Departamento de Reactores de Investigación de la CCHEN da muestras del gran compromiso que tiene hacia las labores propias de la operación y mantenimiento del reactor, siempre a conciencia de que tienen a cargo una instalación tecnológica única en el país y de gran impacto en muchas áreas del acontecer nacional, como lo es la salud, la agricultura, la minería y la ciencia, entre muchas otras”, destacó el Director Ejecutivo de la Comisión, Jaime Salas.
Y la mejor prueba de ello es la importante contribución que día a día impacta de manera directa e inmediata en los usuarios que utilizan el reactor RECH-1 como infraestructura habilitante para sus actividades. “Esta prueba fehaciente del valor público generado es lo que nutre nuestro compromiso y nos lleva a sentir un profundo orgullo por cumplir cabalmente y con el mayor nivel la responsabilidad que tenemos en nuestras manos”, concluyó Salas.
Entre el 21 y 25 de septiembre, se celebró la 64° Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en la que participaron representantes de sus 171 Estados Miembros. Si bien, en el contexto de la pandemia, este año se limitó la participación presencial, se desarrollaron, al igual que en años anteriores, diversos eventos paralelos – 39 en total – para poner de relieve la labor innovadora que realizan el OIEA y los Estados Miembros, a partir de técnicas nucleares.
Durante la jornada de apertura, y en representación de nuestro país, ofreció algunas palabras la Embajadora de Chile en Viena, Gloria Navarrete, quien felicitó al Director General del OIEA, Rafael Grossi, por esta primera instancia liderando la Conferencia. Luego, la diplomática enfatizó que “mantendremos nuestra participación activa en proyectos técnicos y acogiendo diversos cursos y programas”.
La Embajadora aprovechó de agradecer la asistencia ofrecida por el Organismo, frente a la pandemia: “Chile valora la asistencia que el OIEA ha brindado a más de cien Estados, donando equipos de diagnóstico RT-PCR, adquiridos a través de generosas contribuciones voluntarias, y entregando capacitaciones a servicios de salud. Agradezco especialmente la donación a mi país de cuatro de estos equipos, que han sido destinados a tres hospitales y a un laboratorio”. Ver discurso.
Eventos paralelos: encuentro de reguladores iberoamericanos
Uno de los eventos paralelos que tuvo lugar durante la Conferencia, fue uno virtual, denominado “Mejora de la seguridad nuclear y la protección radiológica a través de la cooperación regional e internacional”, liderado por el Foro Iberoamericano de Organismos Reguladores Radiológicos y Nucleares (FORO), donde nuestro país, a través de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, es uno de los miembros.
En la ocasión, intervino como panelista el Director Ejecutivo de la CCHEN, el Dr. Jaime Salas, quien señaló que “las oportunidades que brinda esta asociación son incontables, toda vez que favorece el intercambio de experiencias y propicia oportunidades para abordar problemáticas comunes en materia de seguridad nuclear, radiológica y física de la Región Iberoamericana, permitiendo fortalecer las capacidades regulatorias de todos los organismos que la integran”.
Las palabras de bienvenida del evento estuvieron a cargo del Director General del OIEA, Rafael Grossi, y prosiguió con la presentación institucional del FORO, y de las prioridades del OIEA, en materia de seguridad nuclear y física para la región iberoamericana. Finalmente, se abordó la perspectiva del Organismo en relación a las actividades del FORO y su contribución, sin dejar de lado futuros mecanismos de colaboración.
Parte importante del programa se concentró en los principales retos del FORO. Uno de estos busca fortalecer y fomentar la Cultura de Seguridad en la región, promoviendo más conocimiento en cuanto a protección radiológica y seguridad nuclear y física, y su aplicación al accionar regulador.
Asimismo, es de gran interés para el FORO proporcionar asistencia y soporte a los organismos reguladores que lo integran, en caso de ser necesario. En esa misma línea, es clave, además, promover la revisión y actualización de la función reguladora de los organismos miembros, con miras a los desafíos comunes y con un enfoque armonizado de prácticas.
Sumado a lo anterior, se destacó la importancia de comunicar y transferir en forma eficiente los resultados al entorno internacional, mediante la cooperación con el OIEA y con otras organizaciones y asociaciones internacionales, y redes reguladoras regionales. Todo ello, en suma, apunta a lograr un crecimiento sostenible del FORO y fortalecer su posicionamiento a nivel internacional.
Eventos paralelos: encuentro mundial de reguladores
Sumado a lo anterior, en el marco de esta conferencia internacional, el jueves 24 de septiembre se desarrolló el encuentro de funcionarios superiores de reglamentación en materia de seguridad tecnológica y física, que reunió a jefes de órganos reguladores y a otros funcionarios/as superiores de reglamentación en las áreas de seguridad nuclear, radiológica, de transporte, desechos radiactivos y seguridad física nuclear.
En esta instancia, cuya finalidad fue el intercambio de información relativa a temas y tendencias actuales en materia de reglamentación, participó Hugo Briso, de la División de Seguridad Nuclear y Radiológica de la CCHEN.
Chile, Estado Miembro
Cabe destacar que Chile ha sido parte de los Estados Miembros del OIEA desde el año 1960, completando así los 171 Estados Miembros que, según anunció el Director General del Organismo, hoy ya son 172, gracias a la reciente incorporación de La Unión de Las Comoras (África).
En esa línea, el Director Ejecutivo de la CCHEN, Jaime Salas, destaca que “ha sido una relación muy fructífera, que nos ha permitido acceder a tecnologías, obtener cooperación técnica en materia de seguridad radiológica y física, desarrollar nuestro capital humano y, en general, fortalecer nuestras aplicaciones pacíficas de la energía nuclear en Chile, impactando en salud, agricultura, minería e investigación, por nombrar solo algunas de las áreas en las que impacta nuestra contribución de valor público en el país”.
¿Te imaginas cómo podríamos replicar un Sol en la Tierra? Sí, así es, hablamos -nada más y nada menos- que del Sol, la estrella que, a pesar de ser la más cercana a nuestro planeta, se ubica a casi 150 millones de kilómetros, y cuyo núcleo posee una temperatura aproximada de 15 millones de grados centígrados.
Lo primero que debemos saber es que toda esa energía liberada por el Sol, en forma de luz y calor, se origina en su núcleo, como resultado de reacciones nucleares de fusión. Estas reacciones son protagonizadas por núcleos de hidrógeno que chocan entre sí y se fusionan, dando lugar a un núcleo más pesado de helio y liberando energía, que llega a la Tierra en forma de radiación electromagnética.
Imagen del Sol
Todo lo anterior es para contextualizar un hito que se produjo el martes 28 de julio, en Cadarache, Francia, donde se inauguró la fase de ensamblaje del Reactor Experimental Termonuclear ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), cuyo objetivo es producir energía neta a partir de la fusión nuclear. En simples palabras, consiste en reproducir un Sol en la Tierra.
Ya lo decíamos: este proceso de fusión nuclear es la forma en que las estrellas producen energía y para ello, requiere como combustible dos tipos de hidrógeno, los isótopos deuterio y tritio. El deuterio es abundante en el agua de mar (33 miligramos de deuterio por litro) y el tritio -escaso en forma natural- es posible de obtener a partir del litio.
En qué consiste ITER
La idea de desarrollar un proyecto colaborativo de esta envergadura nació en 1985. Tres años más tarde, se firmó el primer acuerdo internacional y se inició su diseño conceptual. Hoy, ya se construye en Francia el experimento de fusión nuclear por confinamiento magnético (tokamak, máquina diseñada para investigar la fusión nuclear controlada) más grande del mundo.
Este ambicioso proyecto reúne a 35 países, quienes aportan un presupuesto que supera los 24 mil millones de dólares, dividido en millonarias cuotas y en proyectos de investigación científica, cuyos resultados son compartidos a todos los miembros.
Países Participantes
Su objetivo es construir el primer reactor de fusión nuclear de 500 MW, capaz de funcionar en forma continua durante ocho minutos, produciendo más energía de la que consume. Esto se traduce en una ganancia de energía de Q=10. Un dato: Q es el factor de multiplicación de potencia, lo que quiere decir que al inyectar una potencia de 50 MW a un experimento, este debe producir 10 veces más potencia, es decir, 500 MW.
Pero no es tan fácil como suena, porque para lograr ese objetivo, ITER debe ser capaz de producir los 500 MW de potencia de fusión nuclear y, hasta ahora, el récord es de Q=0.67, alcanzado por el Joint European Torus de Reino Unido que, en el año 1997, logró 16 MW de potencia de fusión, a partir de 24 MW de potencia introducida al plasma. Como dijimos anteriormente, ITER está diseñado para producir un factor de multiplicación Q=10, que significa 500 MW de energía de fusión a partir de 50 MW de potencia introducida al plasma.
Y, aunque su objetivo no es transformar esa energía en energía eléctrica, sí será capaz de demostrar que es posible producir energía neta a partir de la fusión nuclear, y también que es factible integrar los experimentos actuales de fusión a escala menor con las operaciones que desarrollan las plantas de fusión nuclear de potencia, junto con probar tecnologías de calentamiento, control, diagnóstico, criogenia (técnicas de enfriamiento) y mantención remota.
Otro de sus desafíos serán las pruebas de producción de tritio en un ambiente de fusión, a partir de las paredes del reactor que incluyan litio. Para recordar, el tritio se produce por el bombardeo de blancos de litio con neutrones libres.
Finalmente, esta iniciativa también permitirá demostrar las características de seguridad con que operan los dispositivos de fusión, e igual de importante, su mínimo impacto en el medio ambiente.
Un reactor de fusión es un auténtico ejemplo de ingeniería extrema. ¿Qué tal si te contamos que alcanza temperaturas incluso superiores a las del Sol (100 millones de grados)? Y más aún, que debe operar bajo condiciones de confinamiento magnético, que significa mantener confinado el plasma, para que permanezca unido, circulando solo por rutas predefinidas, sin contacto con las paredes del reactor, para así mantener una temperatura y densidad plasmática óptimas para la fusión.
Precisamente, la energía que se genera a partir de los neutrones liberados durante la fusión, es absorbida por el cobertor de litio que rodea al aparato, y que se usa para generar tritio.
En esa línea, parte de los desafíos implica el estudio de todos estos materiales, que están sometidos constantemente a la intensa radiación de los neutrones y a potentes choques de calor. Por eso, hoy se están diseñando materiales destinados a esta primera pared, que podrían ser capaces de resistir seis veces más calor que los actuales.
Fusión Nuclear: ¿qué hacemos en la CCHEN?
En el mundo se realizan diversos experimentos que aportan a la investigación del confinamiento magnético, confinamiento inercial, de ciencias de materiales y de la física básica relacionada con la fusión nuclear, solo por nombrar algunos.
Equipo Plasma Focus
En particular, los investigadores del Laboratorio de Física de Plasmas y Fusión Nuclear de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), investigan fusión en experimentos pequeños, siendo líderes mundiales en el escalamiento y miniaturización de equipos plasma focus, con los que se obtiene plasmas con la misma densidad y temperatura que en las grandes instalaciones de plasma focus del mundo. Ver más.
Entre los resultados más importantes que hemos obtenido como laboratorio, está el desarrollo de equipos miniaturizados de plasmas (caben sobre una mesa), que generan reacciones de fusión nuclear y, además, choques de plasmas que, al interactuar con un material, producen un daño equivalente al que se espera en ITER. Para entender lo que implica este “daño”, debemos comprender que, aun cuando el plasma esté confinado, se producirán llamaradas y choques de plasma que llegarán a las paredes de este reactor, con una potencia y energía equivalente a un vagón de 100 toneladas que choca con una pared a 220 km/hora.
Leopoldo Soto, Doctor en Física e investigador del Laboratorio de Física de Plasmas y Fusión Nuclear, explica que “lo que hacemos es producir la misma cantidad de energía por unidad de volumen que en los grandes experimentos de fusión del mundo, tipo plasma focus, pero en equipos 10 mil veces más pequeños, prácticamente el mismo escenario físico pero a un considerable menor costo. Varios países se han inspirado en nuestras investigaciones y realizan experimentos similares a los nuestros”.
Tal como te contábamos, si bien ya comenzó el ensamblaje del proyecto en Francia, aún no se desarrollan en el mundo los materiales con que se recubrirá la pared interna del reactor, aquella que deberá resistir los choques y llamaradas de plasmas.
Los equipos pequeños y miniaturizados desarrollados en la CCHEN permiten estudiar el efecto en nuevos materiales en condiciones equivalentes a las que se espera tener en ITER (ver aquí). Por eso, nuestros investigadores también desarrollan modelos teóricos relativos al efecto en materiales sometidos a estas condiciones extremas de choque y calor.
Todas estas investigaciones se desarrollan en el marco de proyectos financiados por FONDECYT, proyectos Anillos de la ANID y proyectos del Organismo Internacional de Energía Atómica, entre otros.
El Laboratorio de Física de Plasmas y Fusión Nuclear de la CCHEN está integrado por los investigadores, Dr. Leopoldo Soto (Director del proyecto Anillo ACT-172101), Dr. Cristian Pavez, Dr. Sergio Davis, Dr. José Moreno, Dr. Biswajit Bora, Dr. Gonzalo Avaria, Dr. Jalaj Jain, Dr. Rodrigo Andaur y por el profesional de apoyo técnico Sr. Marcelo Vásquez.
Como parte de sus políticas institucionales, la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) ha puesto en acción su Agenda de Género 2018-2022, que incluye una serie de compromisos, entre ellos, uno que tiene que ver con el proyecto SAGA (STEM and Gender Advancement) impulsado por la UNESCO, para promover la participación de mujeres y niñas en los sectores de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
La importancia del proyecto SAGA radica en la dificultad que existe para dimensionar aspectos clave a la hora de evaluar brechas, como la diferencia salarial entre hombres y mujeres, o la detección del punto en el que niños y niñas en edad escolar se inclinan por unas u otras carreras.
Con ese objetivo, se trabaja con datos desagregados por sexo e información relativa a impulsores y barreras detectadas. Asimismo, se apunta a la uniformidad con que se recopilan los datos, que luego se espera traspasar en una siguiente etapa al sistema educacional.
Esta metodología se ha difundido a través de talleres en diversos países, entre ellos Chile (año 2019), para incorporarse como parte de las herramientas de la administración pública, en un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Ciencia y CONICYT (hoy Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo).
Por su parte, a través de este proyecto, la CCHEN busca contribuir, mediante indicadores y políticas, a la medición de brechas, para determinar e impulsar acciones que motiven la vocación de niñas y jóvenes en estas áreas.
“Hoy, en la Comisión trabajan 303 personas, de las cuales el 33% son mujeres, en tanto, en términos de jefaturas, cerca del 40% ejerce cargos de responsabilidad. Cada una aporta en ámbitos variados de nuestro quehacer, destacando tecnologías nucleares, protección radiológica, desechos radiactivos, operación del reactor, materiales avanzados y prevención de riesgos, por nombrar solo algunas de las funciones que realizan las mujeres, aportando, día a día, con su experiencia y conocimientos a la contribución de valor público que la CCHEN -en su calidad de instituto tecnológico del Estado- realiza para el desarrollo de nuestro país”, señaló el director ejecutivo de la CCHEN, Jaime Salas.
El directivo agregó que “si bien lo anterior es un paso, hoy buscamos dar otro, levantando datos, detectando brechas y tomando decisiones para que la Comisión sea mucho más equitativa”.
Para cumplir con su propósito, el proyecto SAGA tiene siete objetivos. En tres de ellos la CCHEN aporta a través de diversas acciones. Estos son:
Objetivo 1: percepciones, actitudes, comportamiento, normas sociales y estereotipos hacia las mujeres STEM en la sociedad.
Objetivo 2: acciones para atraer a niñas y mujeres jóvenes a la educación primaria y secundaria en STEM, así como en educación técnica y vocacional.
Objetivo 3: acciones para atracción, acceso y retención de mujeres en educación superior en STEM.
“Nuestra Institución, a través de diferentes actividades, incentiva a las niñas y jóvenes a conocer áreas de tipo científica, en las que son plenamente capaces de cumplir roles, tal como lo demuestran a diario nuestras colegas, que contribuyen en áreas únicas en nuestro país. Quebrar los estereotipos de género son avances hacia la igualdad entre mujeres y hombres, y colaborar con indicadores para el proyecto SAGA ayudará a crear políticas efectivas que contribuyan a esa igualdad”, comentó Marcela Ojeda, encargada del Plan de Acción de Género de la CCHEN.
Mujeres en energía (nuclear)
Según datos del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, solo el 12% de los trabajadores del sector energía en Chile son mujeres. Esta cifra ha impulsado una serie de acciones, como el programa Energía + Mujer del Ministerio de Energía, que se ha propuesto revertir la cifra.
En representación de la CCHEN, las funcionarias María José Inestrosa (Departamento de Materiales Avanzados) y Loreto Sepúlveda (Departamento de Ingeniería y Mantenimiento) son parte de la mesa técnica público-privada del programa Energía + Mujer, en el marco de las acciones que se realizan en el marco de la Agenda de Género 2018-2022.
Por otra parte, cabe destacar que el Organismo Internacional de Energía Atómica también viene trabajando con ese propósito desde hace un tiempo, promoviendo la mayor participación de mujeres en proyectos de cooperación técnica, en misiones, reuniones y capacitaciones.
Justamente, este año un grupo de funcionarias de la CCHEN, lideradas por la ingeniera Paula González, busca implementar el capítulo chileno de Women in Nuclear, una agrupación sin fines de lucro, que promueve instancias de cooperación y visibilización de las mujeres que trabajan en los diversos campos de la energía nuclear y de las radiaciones. Esto, en el marco del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y la Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL), a cargo del Departamento de Cooperación Técnica del OIEA.
Las oportunidades para desarrollar acciones más inclusivas son variadas, pero requieren de una alta coordinación para velar porque sean mucho más efectivas. Y es que no se trata solo de un compromiso: la evidencia muestra que la diversidad ayuda al progreso.
Contexto internacional
La participación de las mujeres en carreras de educación superior ha ido en aumento, pero la brecha de género en los sectores STEM persiste. Según la UNESCO, menos del 30% de los investigadores en el mundo son mujeres, y cerca del 35% de las estudiantes escogen carreras STEM.
A nivel de América Latina y el Caribe, el 45% de los investigadores son mujeres, una cifra alta en comparación al promedio mundial (29%) que, en el caso de Chile, alcanza un 33%. Si a esto sumamos que la ciencia e igualdad de género son claves para alcanzar losObjetivos de Desarrollo Sosteniblede la Agenda 2030, tenemos por delante un gran desafío.
En efecto, la igualdad de género en STEM es la base para alcanzar estos Objetivos, y la educación es clave para preparar a quienes nos ayudarán en esta tarea. Ya lo vemos hoy, el aporte de la ciencia y la tecnología en tiempos de pandemia es crucial para enfrentar el desafío, no solo en salud, sino que también en los esfuerzos que se deberán plantear para la recuperación económica.
#MujeresEnLoNuclear
A continuación, te invitamos a revisar las campañas comunicacionales realizadas por la CCHEN, en el marco del Día Internacional de la Mujer en 2019 y 2020.
¡Tu opinión importa! Participa en la Encuesta de Satisfacción de la CCHEN 2025
La Comisión Chilena de Energía Nuclear invita a todas las personas que han interactuado con nuestros servicios a participar en la Encuesta de Satisfacción de Calidad de Servicio y Experiencia Usuaria 2025, disponible entre el 18 y el 30 de junio.
Esta encuesta, coordinada por el Comité de Calidad de Servicio, Experiencia Usuaria y Transformación Digital, nos permitirá conocer tu experiencia para mejorar continuamente la atención que entregamos.
Contacto: encuestas@cchen.cl, en caso de querer participar solicitar al correo indicado.
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